Este pequeño banco lidera las caídas con un descenso del 77% al comienzo de la sesión, después de tratar de tranquilizar a sus clientes este fin de semana con el mensaje de que “reforzaba y diversificaba su liquidez” con acceso a nuevos fondos de la Reserva Federal y del banco JP Morgan Chase. Esto significa un deterioro de las expectativas del mercado, ya que los títulos de la firma caían entre un 50% y un 65% antes de la apertura de Wall Street
El colapso repentino de SVB Financial el viernes, tras un fallido aumento de capital, ha provocado gran nerviosismo, que se se expande a otras entidades en Bolsa. El índice Nasdaq KBW, compuesto de los principales bancos comerciales, caía un 13% al comienzo de la sesión. Western Alliance cae un 72% en la apertura. Pacwest (con sede en Beverly Hills, California) se deja un 36% y Zion Bank, con sede en Salt Lake City (Utah), un 25%. El bróker Charles Schwab se deja cerca del 20%, tras anunciar una caída del 28% en sus márgenes. Varios bancos han tenido que ser suspendidos en Wall Street durante breves períodos de tiempo debido a la fuerte volatilidad que registraban.
El pésimo inicio de semana llega después de dos jornadas sin operaciones en que los reguladores intentaron restablecer la confianza de los inversores en el sistema bancario y aseguraron que todos los clientes de Silicon Valley Bank tendrían acceso a sus fondos desde este lunes. Además de garantizar los depósitos, las autoridades de EE UU anunciaron también el cierre de otro banco, el Signature Bank, para evitar su colapso.
First Republic incluso anunció el domingo que había pactado con el gigante financiero JP Morgan una línea de crédito por 70.000 millones de dólares (65.556 millones de euros, al cambio actual) para asegurar su liquidez y sus operaciones. Además, la institución podría recurrir al Bank Term Funding Program, el mecanismo anunciado el domingo por el Departamento del Tesoro, la Reserva Federal (FED) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC). El problema es que la liquidez no parece ser el principal problema. “La verdadera dificultad para el sector es que hay una crisis de confianza respecto a los depósitos y, cuando esto se disloca, las cosas pueden alterarse rápidamente”, ha subrayado McGratty, jefe de Investigación del banco de inversión KBW.
Wall Street confía en que First Republic mantiene un negocio menos concentrado que el SVB ya que no solo cortejaba a emprendimientos tecnológicos. Sin embargo, estas diferencias no impiden las nubes negras sobre su horizonte. “Lamentablemente, una de las primeras consecuencias de la quiebras del SVB es probablemente una fuga de depósitos no asegurados de bancos más pequeño y menos diversos”, apunta Chris Kotowski, analista de la firma Oppenheimer.
“Las posiciones de capital y liquidez de First Republic son muy sólidas, y su capital se mantiene muy por encima del umbral reglamentario para las entidades bancarias”, declararon los máximos ejecutivos de la firma este domingo en una nota de prensa. Al mismo tiempo, la compañía envió un correo a sus clientes un correo donde aseguraba que sus ahorros no corrían peligro.
En la comunicación oficial, la entidad resaltaba su modelo de negocio “simple y directo”, a la vez que recuerda que no es la primera vez que navega situaciones macroeconómicas complejas. La rápida intervención de los reguladores de Estados Unidos se ha seguido con atención por parte de los inversores, pero también subyace un poso de inquietud.
“Si ves que tu banco pierde un 30% en la Bolsa, te parece un poco preocupante. Pero peor es cuando te aseguran que todo va bien”, recoge el periódico estadounidense Wall Street Journal por parte de varios clientes. Entre la lista de usuarios de la entidad se encuentran importantes directivos y fundadores de empresas tecnológicas, como Mark Zuckerberg, así como compañías del sector vitivinícola. Aunque el fundador de Meta no se encontrará entre ellos, varias docenas de usuarios de la entidad regional asistieron a las sucursales del banco al sur de California durante el fin de semana para intentar retirar sus ahorros. Sin embargo, el regulador californiano había decidido el viernes por la tarde cerrar todas las oficinas del First Republic para evitar este tipo de peticiones por parte de sus clientes.
Los analistas destacan que las imágenes dificultan aún más la calma y la confianza en la firma. “El desplome de sus acciones es una muestra de psicología clásica, en la que los inversores empiezan a cuestionar las credenciales de cualquier prestamista que pueda estar remotamente en la misma categoría que Silicon Valley Bank”, señala el estratega de Bloomberg Ven Ram.
Solo dos meses atrás, el futuro parecía prometedor para el First Republic Bank. Un informe de Bloomberg Intelligence subrayaba entonces la consistencia del modelo de negocios, que se diferenciaba del resto de sus competidores por ofrecer una atención exclusiva a sus clientes y un servicio dedicado de manejo de inversiones. “La fortaleza continuada de los préstamos y la excelente calidad del crédito respaldan una (buena) valoración”, firmaban en enero los analistas Herman Chan y Sergio Ferreira.