Así se ha expresado en una entrevista concedida a ‘CNBC’, en donde ha señalado que los altos niveles de deuda y el pobre crecimiento económico de los países son áreas «donde podemos y debemos mejorar». Y es que, si bien se habían realizado notables progresos en la recuperación económica mundial, los gobiernos se habían acostumbrado demasiado a endeudarse, con un «crecimiento anémico» que se sumaba a los retos de pagar de esa deuda.
Estas declaraciones se suman a las realizadas en su tradicional discurso de apertura en la Asamblea Anual que el FMI celebra en Washington entre el 21 y 26 de octubre. En dicha intervención, Georgieva advirtió que el mundo se enfrenta a un «futuro difícil» marcado por «el elevado nivel de los precios, por las ‘desgarradoras’ tensiones geopolíticas, por una eleva deuda y por un crecimiento débil», incapaz de erradicar la pobreza mundial y generar los ingresos fiscales requeridos por los Gobiernos.
Según la economista búlgara, solo se podrá salir de esta situación con un «renacimiento de la cooperación» internacional. «No esperen fiestas de la victoria la próxima semana. Los gobiernos deben trabajar para reducir la deuda y reconstruir los amortiguadores para el próximo shock, que seguramente llegará, y tal vez antes de lo que esperamos», sentenció.
En cuanto a la lucha contra la inflación, la líder del FMI ha elogiado la labor de los principales bancos centrales a la hora de controlar la inflación, aunque también ha subrayado que los logros no han sido universales y que algunas economías siguen luchando contra el aumento de los precios.
«Son las principales economías las que lo han hecho realmente bien… y hay lugares en el mundo en las que la inflación sigue siendo un problema. El impacto de la subida de precios se mantiene, y está haciendo que mucha gente en muchos países se sienta peor y enfadada», ha explicado en ‘CNBC’.
Georgieva también ha afirmado que el comercio internacional ya no será el «motor del crecimiento» que fue en el pasado, debido la proliferación de aranceles y otras políticas restrictivas entre muchas economías. Cabe recordar que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) han impuesto aranceles a la importación de automóviles eléctricos chinos, entre otros, lo que ha provocado una respuesta de Pekín que hace temer por una nueva guerra comercial entre bloques.
«Lo que estamos viendo en Estados Unidos, pero también en otros lugares, son presiones de personas que, comprensiblemente, sienten que la globalización no funcionó para ellos: sus empleos desaparecieron, sus comunidades no fueron atendidas, y las preocupaciones por motivos de seguridad —basadas en el impacto de la pandemia y el impacto de la agresión de Rusia contra Ucrania— hacen que las prioridades de seguridad nacional suban en la lista. De hecho, todo esto está creando un entorno de mayor desconfianza y ahora son las economías avanzadas más que los mercados emergentes las que lideran las medidas industrialistas y proteccionistas», ha explicado.
La directora gerente del FMI ha advertido anteriormente que este tipo de restricciones perjudican al desarrollo internacional. «Nuestro consejo es que analicemos detenidamente los costes y los beneficios y lo que eso puede significar a medio plazo. Y, por supuesto, hacemos nuestra parte calculando el coste y los beneficios, y mostrando quién los soporta, porque los aranceles suelen ser soportados por las empresas y los consumidores del país que los introduce», ha apuntado Georgieva.
Por último, Georgieva también mostró su preocupación por las tensiones geopolítica en Oriente Próximo como uno de los principales riesgos para la estabilidad financiera mundial. «Todos estamos muy preocupados por la expansión del conflicto en Oriente Medio y su potencial para desestabilizar las economías regionales y los mercados mundiales del petróleo y el gas», ha sentenciado.