«La política monetaria debe seguir siendo ágil y centrada en alcanzar los objetivos de forma duradera. Recomendamos que el BCE reduzca el tipo de interés oficial al 2% este verano y lo mantenga en ese nivel, salvo que se produzcan perturbaciones importantes», ha destacado Alfed Kammer, director del departamento del FMI para Europa.
En su última reunión de política monetaria, celebrada la semana pasada, el BCE optó por recortar los tipos en 25 puntos básicos, en lo que fue la séptima bajada de este ciclo de recortes y la sexta consecutiva tras bajar el precio del dinero en todas las reuniones celebradas desde septiembre. En concreto, el Consejo de Gobierno decidió llevar los tipos de interés aplicables a la facilidad de depósito (DFR), a las operaciones principales de financiación (MRO) y a la facilidad marginal de crédito (MLF) hasta el 2,25%, el 2,40% y el 2,65%, respectivamente, con efectos a partir del 23 de abril de 2025.
Ahora, el FMI considera que el precio del dinero debe volver a bajar en Europa, debido al progreso en materia de inflación alcanzado en los últimos meses. «Las tasas de inflación se encuentran ahora cerca de los objetivos. Tras el enorme éxito de los esfuerzos de desinflación del BCE, los bancos centrales deben seguir normalizando la política monetaria con cautela. Las tensiones mundiales podrían provocar un nuevo repunte de las expectativas de inflación, aunque una recesión económica más profunda en Europa ejercería presión a la baja», ha añadido Kammer.
Según los últimos datos conocidos, la inflación de la eurozona se moderó en marzo una décima, hasta situar su tasa interanual en el 2,2%, según la segunda lectura publicada por Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea (UE). El dato supone la menor subida de precios desde noviembre del año pasado.