Así, según los datos de la Intervención General del Estado (IGAE), dependiente del Ministerio de Hacienda, de los 35.834 millones de euros presupuestados en el marco del conocido como Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, solamente han llegado a la economía real 1.236 millones durante el primer semestre.
Es llamativo el caso, por ejemplo, de las partidas destinadas a Hacienda. Hasta junio, de los 13.138 millones presupuestados, solamente han realizado el pago de 352.000 euros. Lo mismo sucede con las partidas destinadas a Economía, Comercio y Empresa. En este ministerio, el total presupuestado de los fondos europeos es de casi 4.000 millones, de los cuales se han trasladado a la economía real 406.000.
En el caso de Ciencia, Innovación y Universidades el caso es más sangrante. El monto total adjudicado es de 912.102 millones, de los cuales solo se han ingresado 300.000 euros.
Pero lo cierto es que el ritmo de ejecución no ha parado de ralentizarse, después de que 2023 fuese el año más bajo de ejecución tanto en términos porcentuales como en millones de euros. En concreto, el año pasado, las cifras del IGAE muestran que de los casi 36.000 millones del mecanismo de recuperación, los pagos efectivamente realizados se situaron en menos de 9.000 millones de euros, lo que supone un 27% del total de los NextGen presupuestados. En cuanto a los ejercicios anteriores, los fondos públicos que se distribuyeron entre empresas y particulares superaron los 11.000 millones de euros en 2021 y 2022 y, en ambos ejercicios, las cifras muestran que se ejecutaron el 45%en 2021 y el 40% en 2022.
Por tanto, esto evidencia una clara ralentización desde 2022. Pero el año más lento fue 2023 y, visto el transcurso de 2024, las perspectivas de rapidez de ejecución real tampoco son nada halagüeñas. Estos resultados arrojan todavía más fundamento sobre las críticas que hacen desde el sector privado y las patronales empresariales sobre lo poco ágil y rápida que está siendo la liberación de los fondos Next Generation y la necesidad que hay de que el dinero se transfiera a la economía real y llegue al tejido empresarial español.
Además, teniendo en cuenta el panorama político actual, es más que probable que el ritmo de ejecución siga a medio gas.
Según los datos del Gobierno, actualizados a 30 de junio, España ha recibido hasta ahora 47.962 millones de euros en transferencias no reembolsables «lo que equivale al 60% del total de transferencias», dicen, incluidas en el plan que asciende a 79.854 millones.
Del total de convocatorias, se han lanzado 68.984 millones, lo que supone el 86,3% de los fondos no reembolsables previstos y han resuelto en torno al 50,9%, lo que asciende a 40.004 millones de euros. En el desglose por niveles del sector público, la Administración General del Estado (AGE) ha resuelto convocatorias por valor de 26.402 millones de euros, mientras que el conjunto de las Comunidades Autónomas y Entidades Locales (Ayuntamientos y Diputaciones) resolvieron hasta el momento 12.602 millones de euros asignados por el plan de recuperación.
Por otro lado, estos fondos han llegado ya a 692.500 beneficiarios, de los cuales casi 457.580 fueron microempresas y Pymes. Además, dicen, las Pymes han recibido un total de 15.464 millones de euros, que es 38,7% del total ejecutado.