Díez comparecerá por primera vez ante el juez Zamarriego, que en la misma jornada ha citado al empresario Pérez Dolset, también investigado por las reuniones que mantuvo junto a esta exmilitante en busca de información comprometida sobre mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil o sobre el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón.
El tercer investigado en la causa es el periodista Pere Rusiñol, que finalmente declaró la semana pasada, pese a que también estaba citado el lunes, y negó haber participado en un intento de soborno denunciado por el fiscal Anticorrupción José Grinda, apuntando que solo se vio con él para contrastar una información que le afectaba negativamente y que no publicó al desmentir este el grueso de la noticia.
El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid atribuye a los investigados posibles delitos de cohecho y tráfico de influencias y cree que su búsqueda de «información comprometida o irregular de los mandos de la UCO y de la Fiscalía Anticorrupción a cambio de favores procesales o profesionales» tenía como meta «anular o malbaratar» investigaciones a políticos y empresarios.
En este caso hay varios hitos a aclarar: las reuniones mantenidas por Leire Díez y Pérez Dolset con un empresario huido de la Justicia, Hamlyn, para lograr información del mando de la UCO Balas; los encuentros con el guardia civil investigado en el caso Koldo Villalba o los intentos de sobornos denunciados por los fiscales Grinda y Stampa.
Hasta el momento, la defensa de Leire Díez ha utilizado el mismo argumento dado por esta cuando estalló el caso y pidió la baja del PSOE: que todas sus acciones obedecían a una investigación periodística. Ante la prensa Leire también negó ser «fontanera» del PSOE. Sin embargo, ahora debe comparecer después de que haya trascendido un audio en el que le dice al fiscal Stampa que ella era la «mano derecha» de quien entonces era el secretario de Organización del PSOE, Cerdán, ahora en prisión, y la «persona que ha puesto el PSOE a ver qué había detrás de todo esto», en alusión a supuestas irregularidades. En ese encuentro del 7 de mayo, que el fiscal grabó y cuyo audio figura en la causa, participó también Pérez Dolset, a quien se escucha contar que el juez Manuel García-Castellón le dio unos audios del comisario José Manuel Villarejo para desencriptarlos, entre los que se incluía un supuesto espionaje al presidente de Gobierno, Pedro Sánchez.
Ambos investigados le dijeron a este fiscal que el jefe del Ejecutivo había dado orden de limpiar «sin límite» después de que imputasen a su mujer, Begoña Gómez, y que quedasen fuera los «policías que falsifiquen informes» o «fiscales que oculten pruebas».
