De esta forma, el gigante ferroviario galo continuará encargándose de trayectos que ya opera hoy en los alrededores de la ciudad de Amiens a cambio de unos 500 millones de euros. Además de Renfe, al concurso se presentaron Arriva —filial de la operadora estatal alemana Deutsche Bahn— y las operadoras privadas francesas Transdev y Régionéo. El contrato, con una duración de 10 años y medio, comenzará el 15 de diciembre de 2024 y prevé cubrir un tráfico anual de 211 millones de pasajeros-kilómetro en la conocida como ‘estrella de Amiens’, la red que abarca sus alrededores. Incluye los tráficos hacia Ruan (capital de la región de Normandía), o hacia las localidades de San Quintín, Compiègne o Abancourt.
En diciembre de 2022, la operadora francesa anunció el divorcio de la cooperación que durante una década permitió operar de forma conjunta trenes a ambos lados de la frontera, entre París y Barcelona o Madrid y Marsella. SNCF achacó su decisión al proceso de liberalización a nivel europeo, aunque desde 2021 opera en las líneas ‘estrella’ de la alta velocidad española con su filial Ouigo, con notable éxito.
Desde aquel momento, las posturas entre operadores y gobiernos de ambos países se han endurecido, llegando hasta el punto de cruzarse declaraciones sobre un posible freno a las intenciones de Renfe de operar en Francia.
El pasado febrero, la entidad pública española hizo público su interés por competir en grandes trayectos como el París-Lyon, la ‘gallina de los huevos de oro’ de la red ferroviaria gala, pero también la de pujar por concursos en Francia para preparar la futura liberalización de Cercanías y Media Distancia en España. Las dificultades para homologar los trenes de Renfe en las vías francesas han llevado la discusión al más alto nivel, después de que los gobiernos de Sánchez y Macron ratificasen un acuerdo para acelerar las conexiones transfronterizas.
Sin embargo, una polémica declaración de la ministra de Transportes española, Raquel Sánchez, quien aseguró que los AVE de Renfe llegarían a París antes de fin de año y que en 2030 se podría ejecutar el trayecto hasta Barcelona en alta velocidad ha recibido las críticas del Ejecutivo galo, quien por primera vez desmintió que se acordase esa fecha. El primer contrato de obligaciones de servicio público (OSP) licitado por la región de Alta Francia exigió una serie de mejoras respecto al servicio prestado hasta ahora al operador que resultase ganador.
Estas afectan a la atención al cliente, información para pasajeros, limpieza de trenes y estaciones, emisión de billetes, protección y seguridad de ingresos. Tras adjudicarse el concurso, SNCF Viajeros ha confirmado que creará una filial dedicada a prestar un servicio «rediseñado y actualizado», en línea con las exigencias de la administración regional. Además, se mejorarán las instalaciones de mantenimiento en Amiens e instalará un centro de control. El gobierno de la Alta Francia, a través de su vicepresidente de movilidad, infraestructuras de transporte y puertos Franck Dhersin, expresó su «ambición» de que sus trenes «funcionen mucho mejor de lo que lo hacen hoy» y el deseo de «escapar del monopolio de la SNCF», aunque seguirá siendo esta compañía la encargada de prestar el servicio con reglas fijadas por la administración regional.
Tras esta licitación se irán sucediendo otras, de forma que la red regional esté abierta a concurso en 2029. «SNCF tenía miedo de perder la primera licitación y respondió favorablemente a todo lo que habíamos pedido durante años», aseguró Dhersin, quien se reserva la posibilidad de rescindir el contrato si no se cumplen los objetivos durante dos años seguidos. Estos fijan mejoras en la regularidad, para pasar del 96 al 98,5% o aumentar la oferta de trenes en 9,5 puntos, además de aumentar las sanciones por cancelación de servicios o reducción de la oferta fijada.