Según se desprende del documento, el operador francés insinúa que el exceso de renovables pudo suponer un riesgo para la estabilidad del sistema español, si bien todavía no se puede atribuir a ello por el momento al no conocerse la causa exacta del apagón. «En el momento del apagón, la producción de electricidad en España, donde parece haberse originado el apagón, provenía en un 70% de energía eólica y solar. Configuraciones como estas ya se alcanzaron en 2024 y 2025 y no son inéditas, pero siguen siendo significativas. RTE no tiene pruebas que sugieran que ésta fue la causa del apagón», indica el operador francés.
Pese a que no lo señala explícitamente, pero sí defiende el modelo francés, sostenido principalmente por la energía nuclear —este lunes, su participación en el mix francés es del 57%— y en el que eólica y solar representaron únicamente el 8,7% y el 4,6% de la producción nacional total en 2024. La cuestión de la estabilidad del sistema eléctrico (es decir, su capacidad para volver a un estado normal después de perturbaciones) no constituye un «punto ciego» en el debate energético en Francia. La cuestión del mantenimiento de la inercia del sistema en función de la cuota de renovables es un punto central del informe presentado por RTE y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en enero de 2021. Es una de las razones que llevaron a RTE a considerar un sistema eléctrico dependiente única o casi exclusivamente de renovables como más arriesgado, en términos de viabilidad técnica, en comparación con un sistema que mantenga una cuota significativa de energía nuclear», señala.
En aquel informe de 2021, resume RTE, el operador «identificó claramente cuatro condiciones estrictas y acumulativas para un sistema eléctrico con una alta proporción de energía renovable»: disponer de soluciones técnicas que funcionen de forma sincronizada, como centrales térmicas, nucleares e hidráulicas, desarrollar las fuentes de flexibilidad de la demanda, fortalecer las redes eléctricas y proporcionar reservas operacionales. «La cuota de energías renovables en la producción francesa prevista a medio plazo —entre un 33 y un 26% de la generación— no plantea ningún problema particular en términos de estabilidad en general […] siempre que suficientes plantas de producción convencionales permanezcan conectadas a la red de forma distribuida en el territorio y todas las unidades de producción, incluidas las renovables, cumplan requisitos específicos en términos de rendimiento técnico y comportamiento», explica el operador.
La opinión de RTE al respecto adquiere relevancia dado que el operador francés pondrá a disposición de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E) «todos los datos relevantes de la red francesa para establecer las causas del incidente». Al respecto, tanto España como Portugal deberán enviar sus datos a esta red en un plazo máximo de tres meses para que así el panel de expertos formado por ENTSO-E lleve a cabo su análisis, conforme a la legislación europea.
La afectación del apagón en Francia se limitó a la parada automática de algunas plantas de producción situadas en el suroeste del país, incluyendo la de un reactor de la central nuclear de Golfech, el corte del suministro eléctrico a algunos consumidores industriales conectados a la red RTE o a algunos consumidores doméstico en el País Vasco francés. «Los cortes de energía se activaron automáticamente para proteger la red local y duraron menos de 20 minutos.
En el momento del apagón, España exportaba electricidad a Francia, tal y como sucede habitualmente en el mercado europeo. Sin embargo, al producirse el cero energético, Francia se desconectó de España con el fin de evitar la propagación por el continente. «Una vez estabilizada la situación, RTE, en colaboración con su homóloga española (REE), pudo poner en marcha un programa de exportación de electricidad a España, que fue una de las bases de la reconstitución de la red española».
De acuerdo con datos reportados anteriormente por RTE, Francia o incrementó su ayuda a España hasta los 2.000 megavatios (MW) a través de las conexiones que suministran energía a Cataluña y al País Vasco.