Aragonès en un artículo publicado en Financial Times el mismo día que en el Congreso de los Diputados se inicia la tramitación de la ley de amnistía, algo que el presidente catalán considera tan solo como «los primeros pasos», apunta que «la voluntad de negociar no puede estar sujeta a intereses partidistas a corto plazo para asegurar la investidura del presidente o la continuidad del Gobierno. Sánchez tendrá que cumplir sus compromisos y nos aseguraremos de que lo haga».
Según el artículo, «estamos ante una oportunidad histórica. Sánchez debe ser valiente y demostrar que, más allá de palabras conciliadoras, realmente quiere resolver el conflicto de soberanía con Cataluña. Resolverlo como lo hicieron el Reino Unido y Escocia, o como lo hicieron Canadá y Quebec».
Aragonès asegura que «Cataluña está preparada para ganar o perder en un referéndum», pero lo que no puede pedir el Gobierno central es que «renuncie» a sus «derechos nacionales».
A su juicio, «Cataluña no pide nada extraordinario» ni está pidiendo «nada que implique un ataque a ninguna otra nación del mundo y mucho menos a España», con la que la Generalitat desea «mantener excelentes relaciones de vecindad dentro de la Unión Europea». «Simplemente queremos tener la oportunidad de decidir nuestro futuro».
Por ello, Aragonès ha instado al Gobierno español a «aprovechar esta oportunidad, como la mejor manera de reforzar su estabilidad» parlamentaria. Y ha afirmado que el compromiso de su partido, Esquerra Republicana de Cataluña, con la negociación es también «un compromiso con la estabilidad, en un contexto europeo que presenta muchos desafíos».
«Seguiré trabajando hasta que se logre democráticamente la independencia de mi país, y no me dejaré intimidar por nada ni nadie. Por responsabilidad con la voluntad democrática de los ciudadanos de Cataluña y porque es una causa justa», ha sentenciado.