En concreto, es la noticia más leída en medios como el Financial Times, pero también ha contado con gran repercusión en otros portales como Bloomberg o la BBC. «España está preparando la imposición de un impuesto del 100% sobre bienes inmuebles para compradores de países fuera de la Unión Europea, como el Reino Unido, con el objetivo de mejorar la asequibilidad de la vivienda al desalentar las compras extranjeras. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este plan de un impuesto inmobiliario punitivo, que se aplicaría a ciudadanos no pertenecientes a la UE que no residan en el bloque, como parte de un conjunto de medidas destinadas a abordar una «grave» crisis de vivienda», según en su introducción la noticia del Financial Time y es que los británicos temen la pérdida de su particular Florida. También son muchos los latinoamericanos que ahora temen que Madrid no llegue nunca a ser su particular Miami europeo.
El paralelismo con Florida no se limita al clima, aunque el sol es un factor decisivo. España ofrece una diversidad de paisajes que van desde playas idílicas hasta montañas y viñedos, junto con una rica cultura y gastronomía que la convierten en un lugar irresistible para millones de visitantes cada año. Esta combinación, junto con un coste de vida relativamente bajo en comparación con otros países europeos, ha llevado a que regiones como la Costa del Sol, Alicante y las Islas Baleares se llenen de comunidades internacionales, especialmente de británicos, alemanes y escandinavos.
Otro elemento clave que refuerza esta comparación es el papel de España como destino predilecto para jubilados. Al igual que Florida atrae a estadounidenses retirados con sus comunidades diseñadas para mayores, España cuenta con una amplia oferta de urbanizaciones adaptadas a este perfil. Además, el clima benigno durante la mayor parte del año alivia dolencias comunes en edades avanzadas, lo que la convierte en una opción preferida para quienes buscan un retiro cómodo y saludable. Todo ello contribuye también de forma positiva a la economía en forma de mayor consumo, pero también incrementa los gastos en sanidad, por ejemplo.
Además, en España, los precios inmobiliarios en muchas zonas turísticas han sido históricamente más accesibles que en otros países europeos, lo que ha facilitado que extranjeros adquieran propiedades. Aunque el mercado ha experimentado subidas de precios en los últimos años, sigue siendo atractivo en comparación con lugares como la Costa Azul o el Lago de Como. A esto se suma la facilidad de transporte, con aeropuertos bien conectados y una infraestructura diseñada para acoger a visitantes internacionales.
En esencia, España se ha convertido en ‘la Florida de Europa’ por su capacidad para combinar atractivos naturales, culturales y económicos que atraen tanto a turistas como a residentes permanentes. Sin embargo, este paralelismo también ha podido llevar al Gobierno actual a reflexionar sobre cómo equilibrar el crecimiento turístico e inmobiliario con la sostenibilidad y el respeto por las comunidades locales. Como en Florida, el éxito de España como destino radica en encontrar ese equilibrio entre lo global y lo local, lo temporal y lo permanente. Ahora, tras años de expansión del turismo, el Gobierno busca dar un giro que tendrá consecuencias económicas en ambos sentidos.
El artículo del FT destaca sobre esto que España es uno de los muchos países europeos donde aumenta el descontento público debido a la dificultad de encontrar viviendas asequibles para comprar o alquilar, mientras los precios inmobiliarios se disparan y la construcción de nuevas viviendas se queda muy por detrás de la demanda.
Aunque los británicos suelen estar siempre en los primeros puestos en la compra de vivienda en España por parte de extranjeros, el FT ha puesto el foco en los ciudadanos de América: «Las propuestas del gobierno llegan en un momento en el que los precios en lugares que van desde Madrid hasta Mallorca están siendo impulsados por una nueva oleada de extranjeros adinerados provenientes de Estados Unidos, México y Venezuela. Estos compradores se suman a los británicos, quienes han sido pilares del mercado inmobiliario en algunas zonas del sur del país, pero que ya no son ciudadanos de la UE debido al Brexit», señala el artículo del FT.
«Occidente enfrenta un desafío decisivo: no convertirse en una sociedad dividida en dos clases, los ricos propietarios y los pobres inquilinos», afirmó Sánchez al presentar un paquete de 12 medidas. España ha sido durante mucho tiempo un destino popular para compradores de segundas residencias y personas que buscan mudarse permanentemente a climas más soleados, lo que ha contribuido a incrementar el precio de las propiedades de manera constante a lo largo de los años, según el FT.
Antonio de la Fuente, director general del grupo inmobiliario Colliers, expresó dudas sobre la efectividad de la medida para aliviar las «tensiones» del mercado de la vivienda, señalando que las 27.000 compras anuales de no residentes de la UE son insignificantes frente a las 26 millones de viviendas que hay en España. «Es una gota en el océano», afirmó en declaraciones al Financial Times. De la Fuente también dudó de que la medida llegue a convertirse en ley, pero predijo que la «incertidumbre y el ruido» generados por la propuesta podrían hacer que algunos inversores, tanto individuales como institucionales, se alejen de España en busca de otros mercados.
Para terminar, jun dato: en el tercer trimestre de 2024, 24.700 extranjeros no españoles, incluidos ciudadanos de la UE, compraron propiedades en España, lo que representó el 15% de todas las transacciones inmobiliarias en el país. El grupo más numeroso de compradores extranjeros fueron los británicos, que representaron el 8,5% de todas las operaciones realizadas por no españoles, seguidos por alemanes, marroquíes, polacos e italianos, según datos de la Asociación de Registradores de España.