El IPC subió un 0,6% en abril, menos que en el mismo mes del año pasado, lo que ha recortado la tasa interanual de inflación en una décima, hasta el 2,2%. La subyacente se elevó cuatro décimas, hasta el 2,4%. Tanto el resultado de la tasa general como el de la subyacente han sido superiores a lo previsto como consecuencia, fundamentalmente, de la fuerte desviación respecto a lo esperado en los servicios. La tasa interanual de estos subió nueve décimas, hasta el 3,9%, impulsada por los servicios relacionados con el turismo. “Se esperaba un aumento de la tasa debido al diferente calendario de Semana Santa, que el año pasado fue en marzo, pero este efecto se intensificó por la magnitud de la subida de precios en los paquetes turísticos nacionales y los vuelos –tanto nacionales como internacionales–, que fue la mayor de toda la serie histórica en un mes de abril de Semana Santa”, explica Funcas.
Funcas ha modificado su escenario central de previsiones para incorporar la persistencia de la inflación en los servicios, así como el descenso del precio del petróleo y la evolución del tipo de cambio euro/dólar. La previsión para la tasa media anual del índice general se eleva una décima hasta el 2,4% –con una interanual en diciembre del 2,2%–, y la subyacente se incrementa en tres décimas, hasta el 2,4%. Para 2026, se espera una media anual del 1,8% en la general y del 1,9% en la subyacente.