Este enfoque educativo permite a Fundación Vodafone España y Save The Children potenciar y favorecer aspectos fundamentales del desarrollo de los niños y las niñas, como la alfabetización y ciudadanía digitales.
La tecnología tiene un impacto claro sobre el modo en el que viven, crecen, aprenden y se relacionan niños, niñas y adolescentes y, en el siglo XXI, ya no es posible hablar de los derechos de la infancia si no abordamos también sus derechos digitales. La Fundación Vodafone apuesta por que su programa educativo DigiCraft consiga llegar a los niños y niñas que más necesitan aprender de una manera diferente, más inclusiva, participativa y adecuada a la realidad del mundo en que vivimos.
Así, gracias al acuerdo de colaboración Fundación Vodafone y Save The Children, vigente desde 2019, más de 4.000 niños y niñas de entornos vulnerables tienen acceso a una educación diferencial, que potencia el desarrollo de competencias clave para un mundo digital. Gracias a la metodología DigiCraft, los niños y las niñas trabajarán aspectos fundamentales de su desarrollo, como la alfabetización y ciudadanía digital, o las soft skills como la colaboración, el pensamiento crítico o la resolución de problemas.
Este año, a través de aulas de refuerzo en colegios públicos, DigiCraft está presente junto a Save The Children en 41 centros repartidos por Madrid, Álava, Alicante, Barcelona, Bizkaia, Sevilla, Valencia y Melilla. Serán 1.200 los niños y niñas beneficiados, que contarán con unos itinerarios formativos específicos para ellos. En este curso académico el alumnado descubrirá los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el potencial de la tecnología para contribuir a alcanzarlos, a través de actividades que utilizan la tecnología más disruptiva para luchar contra la extinción de las especies, evitar los problemas de abastecimiento de agua o crear cultivos sostenibles.
Gracias a la colaboración entre entidades del tercer sector, que luchan por defender los derechos de la infancia, se hace vivo el compromiso asumido por las Naciones Unidas con la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y a la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, el tratado internacional más ratificado de la historia. Cada 20 de noviembre se celebra este Día Mundial de la Infancia en honor a ello, recordando que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que hayan nacido.