También ha criticado que la sugerencia implícita en las declaraciones de Díaz de intervenir en las retribuciones empresariales es de “república bananera”. Estas acusaciones alimentan la tensión con la que empresarios y Trabajo han iniciado la legislatura después de que la patronal se negase a firmar la subida del salario mínimo, de un 5%. ”Se resume muy fácil: empieza por ‘p’ y acaba por ‘o’: populismo”, ha afirmado en Valencia Garmendi al ser preguntado por su opinión de las declaraciones de la ministra, para acto seguido reprochar a la titular de Trabajo que mensajes como ese generan ”falta de confianza” y “preocupación de la gente” sobre “hasta dónde vamos a llegar”.
Tal y como acostumbra. el líder empresarial ha tirado de una referencia a la situación cotidiana para explicarse y ha comparado las declaraciones de Díaz con ir a un partido de fútbol y encontrarse con el árbitro vestido del mismo color que el equipo contrario, por lo que ha considerado que con esos mensajes “desvirtúa el diálogo social”. A su juicio, “que una ministra de España esté hablando de un intervencionismo tal, de república bananera” hace peligrar la llegada de inversiones. Por eso, para el dirigente patronal “no vale ya todo”.”Si queremos que los directivos de este país se vayan fuera de España, si queremos que el talento se vaya fuera de España, si queremos perder el tren, si lo que queremos no es crear riqueza, sino repartir la pobreza, pues juguemos ese partido”, ha indicado Garamendi.
Garamendi también ha respondido al presidente del Gobierno, quien en el foro de Davos pidió a las empresas ayuda para defender la democracia. Según el jefe de la patronal, el empresariado defiende “desde siempre” la democracia y la Constitución y se sitúa “al margen partidista”. “Ni estamos en el neoliberalismo”, como demuestran a su juicio las empresas a través de su Responsabilidad Social Corporativa y su aportación de riqueza, “ni estamos en el populismo, porque también es horriblemente malo para la economía”.
Y ahondando más en este clima de cierta tensión con el Gobierno, el líder empresarial se ha referido también a la intención de Díaz de reformar el registro horario en las empresas y a la convocatoria de la ministra a patronal y sindicatos para iniciar, el próximo 25 de enero, las negociaciones para reducir la jornada laboral, una medida que viene recogida en el acuerdo de Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar. Al respecto, Garamendi se ha mostrado dispuesto a hablar de estas materias, pero las considera “un desprecio al diálogo social total” por no ser una medida que haya salido de los interlocutores sociales. Y ha insistido en que la patronal abordará dicha reducción, pero “no porque venga una señora a imponernos su criterio porque es su hito y medida estrella”, ya que eso generará “más desconfianza en este país”.