Así lo ha asegurado el dirigente empresarial durante la inauguración de un evento organizado en la sede de la CEOE por la Presidencia española de la UE
Durante su intervención, Garamendi ha destacado la «urgente necesidad» de que la competitividad empresarial «recupere la centralidad en las políticas de la Unión Europea si de verdad se quiere fortalecer su economía y garantizar su liderazgo mundial».
«Sólo se podrá lograr el liderazgo económico de la Unión Europea si se adoptan políticas y medidas que permitan que nuestras empresas crezcan, innoven y compitan en un entorno internacional cada vez más duro (…) Y sólo a través de una mayor competitividad empresarial podremos impulsar el crecimiento económico en la Unión Europea, ser más fuertes en el exterior», ha subrayado.
En este sentido, ha afirmado observar con «preocupación» la pérdida de peso económico de la Unión Europea, no sólo frente a las economías emergentes, sino también frente a países de la OCDE, como Estados Unidos. «En 2008 la Unión Europea tenía mayor peso que Estados Unidos. El PIB de la Unión Europea era de 17,2 billones de dólares frente a los 14,2 billones de Estados Unidos y, sin embargo, en estos momentos, Estados Unidos nos supera», ha advertido.
Garamendi ha desgranado durante su intervención una serie de medidas que los empresarios consideran prioritarias para ganar en competitividad. Así, ha resaltado la necesidad de profundizar en el mercado único para conseguir la libre circulación plena de bienes, servicios, capitales y personas dentro de la Unión Europea. Asimismo, ha abogado por concluir la Unión Económica Monetaria e impulsar la unión de capitales.
El presidente de la CEOE ha denunciado el «exceso de regulación» que están soportando las empresas «desde hace muchos años» y que «está minando seriamente» la competitividad de las empresas, al imponerles nuevas cargas y obligaciones de información.»Sólo en los últimos cinco años se han adoptado 5.000 páginas de legislación europea, sin contar con las propias legislaciones nacionales, autonómicas en nuestro caso, y locales», ha advertido.
Al mismo tiempo, Garamendi ve «esencial» impulsar la innovación y la capacidad tecnológica de la Unión Europea que, con una inversión en I+D+i equivalente al 2,3% del PIB, se sitúa por debajo de Estados Unidos y Japón, que dedican más del 3% del PIB a esta partida. «Este impulso a la innovación no sólo depende de una mayor esfuerzo inversor, sino de un cambio de enfoque en las normativas europeas que pecan de un excesivo determinismo tecnológico y de una tendencia a la microgestión. Y las regulaciones en los ámbitos tecnológicos deben habilitar espacios a las empresas con el fin de facilitar la disrupción tecnológica y la aplicación de nuevas innovaciones», ha defendido.
El dirigente empresarial ha animado además a afrontar la brecha de conocimientos y habilidades en el mercado laboral mediante la formación continua.
Por último, Garamendi ha instado a concluir las negociaciones, la firma y la puesta en vigor de los acuerdos plurilaterales negociados en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y a reforzar la red de acuerdos comerciales bilaterales con el fin de garantizar a las empresas «un campo de juego nivelado» en terceros mercados. «La Unión Europea no puede permitirse tesis autárquicas dada su gran dependencia energética y de materias primas en el exterior», ha añadido Garamendi.
El líder de la CEOE ha celebrado el discurso que pronunció esta semana la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, sobre el estado de la UE, en el que hizo suya la necesidad de facilitar el desarrollo de la actividad de las empresas europeas, de apoyar a la industria y hacer todo necesario por incrementar la competitividad en Europa. «Es es el momento de más Europa y más empresa».