Durante su intervención en la ceremonia de entrega de despachos a la 62ª promoción de la Carrera Fiscal, presidida por el rey, García Ortiz ha destacado que la misión constitucional del Ministerio Fiscal es fundamental para el Estado de Derecho. «Nos erigimos en garantes de la legalidad y en valedores de los derechos de la ciudadanía». Así, ha pedido a los nuevos fiscales que se mantengan en la senda de los principios constitucionales: el estricto cumplimiento de la legalidad como expresión de la voluntad popular soberana; la imparcialidad, actuando rectamente despojados de cualquier prejuicio; la unidad de actuación y la dependencia jerárquica, como herramienta para garantizar la seguridad jurídica y la igualdad de toda la ciudadanía ante la ley.
Ha subrayado que la protección y atención a las víctimas, los menores, las personas y colectivos más vulnerables es una de las principales señas de identidad. Y ha pedido a los nuevos fiscales que asuman este compromiso de vocación de servicio público desde la responsabilidad y también desde el respeto a la dignidad de la persona «cualquiera que sea su condición u origen».
«La administración de Justicia no es sino el único instrumento de defensa de los débiles frente a los poderosos, es el reino de la razón frente al de la fuerza, el de la palabra frente a la violencia. En definitiva, es la garantía de una sociedad igualitaria y solidaria», ha señalado.
Ha recordado que detrás de cada expediente y juicio, hay personas. «Somos los depositarios de sus ilusiones, sus problemas y sus necesidades. A veces los dueños de su destino».