«Como institución somos el ejercicio práctico del Estado de Derecho todos los días ante los tribunales de este país. Somos un órgano de naturaleza constitucional incardinado dentro del título relativo al Poder Judicial y que servimos de puente y garantía para el desarrollo del interés social», ha dicho.
García Ortiz ha destacado igualmente que la función de «garante y actor» del Ministerio Fiscal «va mucho mas allá» de la suma de sus «individualidades». «Nuestra fuerza está en que proyectamos la acción de la Justicia en todos los lugares, las instancias y las jurisdicciones. Y, más allá del proceso, en una presencia institucional y social imprescindible en la realidad de la lucha contra la violencia», ha indicado.
Para el jefe del Ministerio Público, «solo así se comprende el valor de la Fiscalía como actor, contrapeso y complemento en el equilibrio constitucional de la acción de la Justicia».
«Y solo así se puede calibrar la necesidad de preservar, ponderar y proteger a esta institución. A esta y a todas las instituciones democráticas, sin que ninguna, en el delicado equilibrio de poderes que son la arquitectura de un país, sea o parezca que hay un poder por encima de otros, una institución por encima de las demás», ha rematado.
Por otro lado, ha querido destacar que desde que se promulgó la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección integral contra la Violencia de Género, de la que el próximo 28 de diciembre se cumplen 20 años, y que «nos puso en vanguardia a nivel mundial en la lucha contra la violencia que sufren las mujeres por el solo hecho de serlo», «la progresión en avances ha sido innegable».
«Hemos mejorado muchísimo, y esto es indiscutible, pero también es cierto que nos encontramos ante una realidad profundamente arraigada en las relaciones estructurales de desigualdad entre mujeres y hombres, muy resistente, que requiere de la constante e inagotable actuación de todas las instituciones y de toda la sociedad para combatirla», ha advertido.
En concreto, ha hecho hincapié en que «negar su existencia no ayuda en absoluto», porque «el negacionismo es la aceptación de la violencia como forma de expresión de toda una sociedad, es la tolerancia complaciente frente a una terrible realidad». Y, por ello, ha sido tajante: «La violencia sobre la mujer es innegable, indiscutible e incontestable».
En esta línea, ha enfatizado que «negar esta realidad, ocultándola bajo otras formas de violencia, supone devolver a la mujer al ostracismo, al silencio, a la vergüenza que nunca debió sentir, al aislamiento y a la soledad». «Supone dar la espalda a esos niños y niñas que conviven, mejor dicho ‘malviven’ junto a sus madres en ese contexto violento y permitir que se les robe la infancia», ha subrayado.
García Ortiz ha llamado la atención sobre «el uso las plataformas digitales para propagar mensajes negacionistas de este tipo y para llegar a todas las personas, y en especial a jóvenes y adolescentes».
A este respecto, ha alertado de que «esta desinformación incide negativamente en el establecimiento y mantenimiento de relaciones interpersonales, igualitarias y respetuosas, incrementándose exponencialmente el riesgo de violencia de género en todas sus manifestaciones».