La aseguradora achaca este resultado «a las plusvalías y otros efectos extraordinarios registrados en el primer semestre de 2023». Además, sin tener en cuenta estos factores, Generali comenta que el resultado «hubiese sido estable». Este periódico ha preguntado por más concreción en cuanto a los factores externos, aunque la compañía no ha hecho comentarios. Su resultado neto, ascendió a 2.052 millones de euros, un 8,5% menos.
Los ingresos por primas de la compañía, no obstante, siguen creciendo a ritmo de doble dígito. En concreto, un 20,4% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando facturó 42.237 millones de euros, mientras hasta junio de este ejercicio han sido 50.140 millones de euros.
Dentro de este crecimiento, el rendimiento en vida de la aseguradora destaca principalmente vida, mejorando su resultado operativo un 7,8% hasta los 1.955 millones y con una facturación de 5.100 millones, impulsada principalmente por el negocio de protección y los unit-linked. En el ramo de no vida, el resultado operativo empeoró 6,7% hasta los 1.728 millones, haciendo un resultado operativo consolidado de 3.723 millones, un 1,6% más que el año anterior.
Sin embargo, el ratio combinado de la compañía ascendió casi un punto porcentual, hasta el 92,4%, estrechando así los márgenes de la compañía debido a «un mayor impacto de las catástrofes naturales y un menor beneficio de las actualizaciones», aclaran desde Generali. Aún sigue bastante por debajo del 100%, momento en el que la aseguradora comienza a no ser rentable por cada prima que ingresa.
La solvencia del grupo italiano también empeoró 9 puntos respecto al primer semestre de 2023, alcanzando el 211%, pero esto fue debido a la adquisición de Liberty Seguros y el lanzamiento del programa de recompra de acciones valorado en más de 500 millones de euros. Esta comenzará el próximo 12 de agosto y finalizará a finales de 2024.