Igualmente recomienda decantarse por un estilo de inversión activa, que es la que puede ejecutar un gestor profesional, que mantiene regularmente bajo su radar aquellos activos que considera más adecuados en función del ciclo económico y puede realizar ajustes en función de su evolución en un contexto de volatilidad.
Para el equipo de estrategia de Gescooperativo, entre los activos o instrumentos financieros más recomendables en este escenario, a los que se podría considerar como “activos refugio” en esta coyuntura, se encontrarían los bonos gubernamentales de alta calidad. “Los Gobiernos son los pagadores más seguros que un inversor puede encontrar; proporcionan seguridad y estabilidad en momentos de incertidumbre. Y aunque no todos los Gobiernos son iguales, es fácil para un inversor encontrar emisores sólidos tanto en Europa como al otro lado del Atlántico, como ocurre con Estados Unidos”.
Dentro de la renta fija, además de la deuda pública, una buena opción en la presente coyuntura pueden ser los bonos corporativos, si bien sería necesario ser algo más exhaustivos con su selección para identificar aquellos que sean de calidad. En este sentido, la denominación investment grade identifica a las empresas emisoras que disfrutan de una calidad crediticia sólida. “Emisiones con vencimientos a corto y medio plazo de empresas sólidas, con un buen rating, pueden constituir una buena idea”, recuerdan desde la sociedad gestora.
En cuanto a la renta variable, aseguran que una buena opción son las acciones defensivas, que corresponderían a empresas que ofrecen bienes de consumo básicos, situados en sectores como los de alimentación o salud. “Son empresas que, con independencia del ciclo económico, mantienen sus flujos de caja, y por ello representan una buena opción para proteger el patrimonio. Son valores defensivos”. Aparte de las empresas encuadradas en estos sectores, otras que podrían ser más resilientes en el actual entorno y ofrecer oportunidades de inversión son las empresas de calidad, que tienen un buen negocio, con barreras de entrada para otros posibles competidores, que son duraderas y cuentan con buenos equipos directivos. “Este tipo de empresas pueden ser una buena oportunidad en este momento, ya que pueden ocurrir ineficiencias en el mercado y quedar infravaloradas”.
El equipo de estrategia de la entidad recuerda que, además de estos criterios, es importante para el inversor tener en cuenta el horizonte de su inversión. “Si una persona se plantea una inversión a un plazo de dos años, quizás lo razonable es que opte por valores defensivos, mientras que si el horizonte se extendiese a un periodo de mayor plazo, podría plantear una inversión en empresas con mayores proyecciones de crecimiento”.
Prever el tiempo que aún durará la actual coyuntura económica constituye un ejercicio complicado para cualquiera. No obstante, desde Gescooperativo subrayan que la inflación seguirá siendo el principal termómetro para determinar cuándo los bancos centrales regresarán a unas políticas monetarias más expansivas que incentiven el crecimiento. “Es probable que la primera bajada de tipos llegue antes a Estados Unidos que a Europa; ellos aplicaron sus políticas monetarias restrictivas en primer lugar y llevan el ciclo más avanzado”. En cualquier caso, lo que está claro es que hay una correlación muy alta entre la política monetaria y la cotización de los activos financieros, y lo mismo ocurre con la política fiscal, que permite a los países actuar sobre el ciclo económico. “Por esta razón, , una gestión activa es muy importante en estos momentos, pues te permite reaccionar al ciclo”.