«Nos enfrentamos a un entorno de mercado complejo derivado de las incertidumbres regulatorias y la volatilidad en los volúmenes de producción. Nuestro foco es mantener y fortalecer nuestro perfil financiero en una industria en profunda transformación, mejorando la rentabilidad mediante rigurosa eficiencia operativa y un estricto control de costes y fortalecer nuestro balance mediante la optimización del endeudamiento», ha señalado Riberas, presidente ejecutivo de la compañía.
En este escenario, Gestamp ha comunicado que los ingresos has caído un 4,9%, para alcanzar los 8.486 millones de euros frente a los 8.927 millones logrados hasta septiembre del año pasado, afectados por el impacto negativo del mercado de divisas.
Por otro lado, en el tercer trimestre del año, Gestamp ha realizado una nueva emisión de bonos senior con vencimiento en 2030 que ofrece flexibilidad en el balance y fortalece la estructura financiera de la compañía al ampliar el vencimiento medio de su pasivo a un coste competitivo.
Además, ha cerrado la venta con la sociedad inversora de Banco Santander, Andrómeda Principal Investments, de una participación minoritaria en el capital de cuatro compañías propietarias de los activos inmobiliarios de Gestamp en España por 246 millones de euros.
«Ambas operaciones, enmarcadas en los objetivos estratégicos de la compañía, están orientadas a aumentar la fortaleza de balance y poner en valor los activos. Su impacto directo en los resultados financieros ha sido una reducción de deuda neta hasta los 2.107 millones de euros, frente a los 2.437 millones del mismo periodo de 2024, y un apalancamiento de 1,6 veces deuda neta sobre EBITDA a septiembre de 2025, es decir, la deuda neta más baja reportada por Gestamp en los nueve primeros meses del año desde su cotización en Bolsa». Estas cifras, tal y como ha reconocido Gestamp, se han alcanzado en un entorno complejo, dentro de un sector en profunda transformación, marcado por la volatilidad en los volúmenes de producción, la presión arancelaria y la incertidumbre regulatoria.
A pesar de todo, la compañía está enfocada en preservar y mejorar la rentabilidad, mediante la implementación de iniciativas a corto plazo que incluyen medidas de flexibilidad y un plan de control de costes que permiten asegurar la eficiencia. Como resultado, el EBITDA en los primeros nueve meses del año se ha situado en 937 millones de euros (excluyendo el impacto del Plan Phoenix) y un margen del 11%.
En este escenario actual incierto y de crecimiento limitado del mercado, Gestamp ha hecho un ligero ajuste en sus previsiones para el cierre de 2025. La multinacional espera una ligera mejora en la rentabilidad del negocio de automoción respecto al cierre de 2024. Para consolidar un año más su posicionamiento financiero, Gestamp espera generar un flujo de caja libre en línea con el 2024 y mejorar el nivel de apalancamiento de cierre de la compañía en 2024.
