Y eso que el expresidente lanzó un mensaje contundente: “populares y socialistas deben entenderse. Para él las urnas, señalan el camino hacia la vuelta al bipartidismo. «Si no hay acuerdos PSOE-PP no habrá ninguna reforma importante que se pueda llevar adelante. Se tienen que enterar los dos. La gente está harta de decir ‘pónganse de acuerdo y no nos trasladen su problema’».
Es mas, según Guerra, «la izquierda ha de tomar distancia de los partidos que propugnan el separatismo».
Y esas dos posiciones y afirmaciones son las que mejor reflejan el sentir de un buen numero de socialistas presentes y otros ausentes, pero que tras las quejas no ponen los medios para que el problema se solucione, puesto que siguen votando a su partido como sino pasase nada y así nos va.
Ellos esta en su perfecto derecho de criticar al secretario general del partido al que votan, pero la crítica, para que sea efectiva requiere de la acción y esa es la que este enorme colectivo no es capaz de hacer y siguen apoyando con su voto al que critican.
Ahora eso si, cuando se les pone enfrente de los personajes que rodean y utilizan a Sánchez para trepar sus criticas son de las que hacen pupa. Así por ejemplo Diaz fue vapuleada por atreverse a criticar al Psoe
«Gente que no ha ganado nunca una elección está dando clases de política. La vicepresidenta se destaca mucho en eso», aseguró. Y mas adelante le recriminó su viaje a Bruselas para entrevistarse con un prófugo de la Justicia, Puigdemont.
De todas formas, ambos eran conscientes de la poca eficacia de sus quejas ya que, tal y como anticipó el expresidente del Gobierno lo que coreará el orfeón socialista cuando lleguen a la Moncloa y Ferraz los lamentos del Ateneo: “Dirán que estamos viejos, que somos de otra época. Y seguirán a lo suyo”.