La explicación es sencilla, la entidad tiene un fuerte arraigo en la Comunidad Valenciana justo por la adquisición de Bankia, cuya sede se ubicaba en esta autonomía; heredada de la integración con Bancaja. Además, el consejero delegado, ha explicado que el movimiento del Sabadell no ha generado inquietud en la red y que la entidad ha estado muy centrada en la presentación de resultados. «La situación esta semana ha sido de normalidad», apunta. «El vector que nos llevó a la salida fue la situación de Cataluña, pero eso no es lo que nos hace permanecer», ha añadido.
Por otra parte, Gortázar ha señalado que, en su opinión, en el sector queda margen para la consolidación, aunque se descarta como un posible actor. «Nosotros no necesitamos más fusiones y estamos muy satisfechos». Respecto a la oleada de operaciones que se está viendo en Europa y el mensaje del Banco Central Europeo (BCE) de impulsar campeones europeos, Gortázar ha señalado que no se siente presionado y ha recordado que el banco ha sido uno de los pocos que ha realizado una fusión entre distintos países, con la compra de BPI. Para el ejecutivo, la clave de las fusiones no está en engrosar la cifra de beneficio, sino en que aumente el beneficio por acción de ambos. «Estamos muy satisfechos de lo que hemos hecho», ha apostillado. Si bien cree que la unión bancaria europea todavía no está avanzada.
En otro orden de cosas, preguntado por el cambio de presidente en Telefónica, ha calificado a Álvarez-Pallete como un «gran gestor» y le ha deseado a Murtra muchos éxitos tras reconocer que ya había acumulado varios. Caixabank fue accionista de Telefónica y comparte con la ‘teleco’ al estado como accionista; el banco a través del FROB y la compañía de telecomunicaciones con la SEPI. A pesar de esta similitud, Gortázar descarta que el organismo dependiente del Ministerio de Economía pueda impulsar cambios drásticos en línea con los que se produjeron hace dos fines de semana en la teleco bajo el prisma de la fuerte revaloración lograda en bolsa por el grupo. «La participación ha pasado de 1.950 millones a 8.000 millones», ha avanzado el consejero delegado del banco.
No obstante, con lo que sí mantiene la tensión con el Gobierno es sobre el impuesto a la banca, que nuevamente ha criticado. «No encaja en el ordenamiento jurídico y lo pagaremos, pero lo recurriremos mientras que tengamos esta visión». El consejero delegado de Caixabank ha recordado que esta tasa es un impuesto al crédito, que está animando a los bancos a financiar a empresas internacionales porque es más rentable.
Sobre las posibles soluciones al conflicto de Muface, Gortázar entiende que esta es una cuestión delicada que ha correspondido a Adeslas», Caixabank controla casi la mitad de Adeslas a través de VidaCaixa. La reflexión se produce después de que el Gobierno haya revisado las condiciones del último documento del pliego, lo que ha abierto la puerta a que Adeslas se mantenga en el consorcio después de haberse ‘caído’ de las dos licitaciones previas.
«Estoy muy satisfecho de pensar que hay una vía para mantener el modelo mutualista», ha insistido. Sobre ello, ha explicado que Adeslas ha estado estos meses defendiendo su continuidad, que cumple una función social, y reconoce que en la red del banco se han «recibido preguntas e inquietudes» sobre la crisis de Muface. En paralelo, también ha agradecido al Gobierno el esfuerzo que ha realizado para revisar las condiciones. A falta de los detalles finales, la oferta final se habría elevado hasta los 4.800 millones en tres años.
De hecho, Gortázar ha querido subrayar que el grupo apoya de forma clara este modelo asistencial «aunque no es el más rentable» y que así ha quedado patente con la permanencia de Adeslas en Mugeju e Isfas, en las que participa la aseguradora participada por VidaCaixa.