La compañía ha reiterado su intención de presentar «acciones legales» contra el fondo bajista y resolver todas las dudas al respecto, para lo que responderá a todas las cuestiones presentadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) «lo antes posible». «Los reguladores nos remitieron sus preguntas ayer, y tenemos 10 días para contestar. Vamos a responder lo antes posible», han señalado desde la compañía, en la que aseguran también que se sienten «orgullosos» de su gobernanza.
Uno de los aspectos que investiga la CNMV es la relación de Grifols con Scranton Enterprises, uno de sus accionistas (posee el 8,4%) y la empresa a la que vendió el 100% de las acciones de Biotest (BPC) y Haema, las empresas que centran parte de las acusaciones de Gotham. En este sentido, el CEO de la firma, Thomas Glanzmann, ha asegurado que «Scranton no es el ‘family office’ de los Grifols», y que no hay vinculación recurrente entre ambas.
«Scranton ha probado ser un accionista de larga duración de Grifols, habiendo proporcionado apoyo para la expansión internacional de la compañía en varias ocasiones. Scranton no es el ‘family office’ de los Grifols. De hecho, Scranton comprende 22 inversores, de los cuales solo 3 son miembros de la familia Grifols, acumulando menos del 20% de Scranton. La conexión entre Scranton y Grifols se reduce a dos colaboraciones específicas, alquileres de las oficinas centrales de Grifols, que están vigentes desde 2012, y Haema y BPC desde 2018. No hay otras conexiones entre las empresas», ha señalado Glanzmann. Esta aclaración ha provocado inicialmente una mejora en la cotización del valor, que ha recuperado en primera instancia parte de sus pérdidas, aunque posteriormente han vuelto a caer y ahora se deja un 10%.
La farmacéutica española ha vuelto a rechazar las acusaciones de Gotham, a quien acusa de tener fines «especulativos», ya que, al ser un fondo bajista, «su interés es ver el precio de las acciones caer». La intención de la empresa es aclarar todos los aspectos bajo duda para evitar que el informe «afecte» a la reputación de la compañía. «Hemos construido durante más de 100 años de trabajo una empresa fiable, no podemos permitir que eso se ponga en duda», ha señalado Glanzmaan. Además, ha asegurado que todas las acusaciones que ha realizado el fondo bajista se basan en métricas contables que fueron debidamente auditadas en el momento de su publicación.
«Gotham solo buscaba obtener plusvalías y actuó por interés propio, y utilizó información para sugerir irregularidades que ya habían sido revisadas y aprobadas por los reguladores y una auditora», ha agregado. En relación a la consolidación de las cifras de Haema y BPC Plasma en las cuentas de Grifols, un elemento central en la acusación de Gotham, la empresa ha vuelto a defender que su contabilidad es correcta, ya que considera que todavía cuenta con control sobre ambas compañías a través de una opción de recompra. Así, ha recalcado que la normativa vigente «claramente estipula que si un grupo tienen control sobre la compañía puede consolidarla» en sus resultados.
Además, la firma ha detallado que esta opción de recompra en ningún caso supone un compromiso, y que la firma no se plantea por el momento ejecutarla.
Por último, el equipo directivo de la farmacéutica considera que el informe de Gotham no supondrá un obstáculo para que se pueda cerrar la venta del 20% de la empresa china Shanghai RAAS, por lo que espera obtener unos fondos que, asegura, empleará íntegramente para reducir la deuda de la firma.