El Ejército ruso se prepara para una nueva ofensiva en territorio Ucraniano, ya que las intenciones del presidente del país, Vladimir Putin, pasan por recrudecer los ataques a pesar del terreno perdido en los últimos meses, y contempla una guerra que durará varios años, según una información de ‘Bloomberg’ que cita a fuentes cercanas a la materia.
Además, según las mismas fuentes, el presidente ruso prepara también una batería de medidas para contrarrestar las sanciones impuestas contra el país, y espera mantener el conflicto con Estados Unidos y el resto de potencias occidentales que han apoyado a Ucrania desde que comenzó la invasión. La nueva ofensiva podría comenzar entre febrero y marzo, ya que el objetivo de Rusia es llevarla a cabo lo antes posible para anticiparse al envío de tanques de batalla a Ucrania desde Estados Unidos y Europa.
«Putin está decepcionado por cómo van las cosas, pero no está listo para abandonar sus objetivos. Simplemente significa que la ruta será más larga, más sangrienta y peor para todos», ha destacado Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora R.Politik, en declaraciones recogidas por ‘Bloomberg’.
De cara al largo plazo, Putin aprobó un plan para expandir las filas de sus Fuerzas Armadas en un 50%, y además planea desplegarlas cerca de Finlandia, que está en proceso de unirse a la OTAN, y en las regiones ocupadas de Ucrania. “Hasta ahora, los resultados han sido espantosos porque Rusia no estaba del todo preparada. Se transformó en una guerra prolongada y Rusia aún no tiene suficiente mano de obra o equipo para librarla”, ha asegurado el analista Sergei Markov.
Bruselas se mantiene firme y prorroga otros seis meses las sanciones a Rusia
El Consejo de la Unión Europea (UE) se mantiene firme en cuanto a su rechazo a la guerra de Ucrania y ha decidido este mismo viernes prorrogar las sanciones económicas que se aplican a Rusia al menos otros seis meses, reafirmando así su rechazo a la acción que ejecuta el Kremlin contra el territorio ucraniano. De esta forma, las medidas restrictivas contra sectores específicos de la economía rusa tendrán validez hasta el próximo 31 de julio, indicó el Consejo en un comunicado.
Estas sanciones, introducidas por primera vez en 2014 en respuesta a las acciones desestabilizadoras de Rusia en el este de Ucrania con la anexión de Crimea, se ampliaron significativamente desde febrero de 2022 a la luz de la agresión militar no provocada e injustificada de Moscú contra su vecino.
Actualmente, consisten en un amplio espectro de medidas sectoriales, que incluyen restricciones al comercio, las finanzas, la tecnología y los bienes de doble uso, la industria, el transporte y los artículos de lujo. También abarcan la prohibición de importar o transferir petróleo crudo transportado por mar y determinados productos petrolíferos de Rusia a la UE, la eliminación del uso del sistema de pagos Swift de varios bancos rusos y la suspensión de las actividades de radiodifusión y de las licencias de diferentes medios respaldados por el Kremlin.
En concreto, en las nueve rondas aprobadas desde el inicio de la invasión iniciada el pasado 24 de febrero, se han congelado las reservas del Banco Central ruso en la UE y se ha desconectado a diez entidades bancarias de Swift, entre ellos a Sberbank, el mayor banco del país.
También se ha cerrado el espacio aéreo comunitario a las compañías rusas, así como los puertos marítimos a sus navieras, entre unas medidas económicas que incluyen un embargo a las exportaciones de bienes de doble uso.
Bruselas ha iniciado ya los contactos con los gobiernos europeos para preparar el décimo paquete de sanciones, con Polonia y los países bálticos reclaman un embargo a la importación de gas y de diamantes. Al margen de las sanciones económicas prolongadas hoy, la UE aplica distintos tipos de medidas restrictivas en respuesta a la agresión de Rusia contra Ucrania. Entre ellas, las restricciones a las relaciones económicas con la península ucraniana de Crimea y la ciudad de Sebastopol, anexionadas ilegalmente por Moscú, así como con las zonas no controladas por el Gobierno de las provincias de Donetsk y Lugansk, en el este del país.
También mantiene en vigor sanciones individuales (congelación de activos y restricciones de viaje) contra una amplia gama de personas y entidades, y medidas diplomáticas. Las sanciones individuales tienen validez hasta el 15 de marzo, pero Hungría ha solicitado sacar de la lista negra a nueve personas, según fuentes diplomáticas, mientras que los servicios jurídicos del Consejo estudian si es correcto que once nombres figuren entre los sancionados.
«Frente a la guerra de agresión de Rusia, la UE está resueltamente con Ucrania y su pueblo, y apoya sin fisuras la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas», recalcó el Consejo de la Unión.