La Comunidad Valenciana es otra que tendrá que apretarse el cinturón este ejercicio para poder cumplir. En concreto 3,358 millones de euros, el 2,45% de su PIB. Madrid y Andalucía son las otras dos regiones con mayores descubiertos en sus cuentas. 2.108 y 2.210 millones e de euros respectivamente, lo que supone el 0,74% del PIB en el caso de la región capital y el 1,13% si hablamos de Andalucía.El cómputo global del déficit de las comunidades asciende a 13.254 millones de euros, es decir, un 0,91% del PIB total de España.
La vuelta de las reglas fiscales impuestas por Bruselas para reducir el déficit del país al 3% del PIB a final de año hace que la ministra de Hacienda, haya llamado la atención a las arcas autonómicas para que vayan «pensando una modulación» en sus proyectos presupuestarios. Es cierto que la titular de la cartera de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno aseguró que las autonomías «habrían tenido más margen» de no ser porque el Senado (con mayoría absoluta del Partido Popular) rechazó la senda de estabilidad que dejaba a las autonomías cerrar sus cuentas en este ejercicio fiscal con un descubierto del 0,1% de su PIB.
De hecho, tanto Cataluña como Andalucía ya habían presentado sus cuentas en las que proyectaban esta décima del PIB. Ahora, todas tendrán que cerrar en equilibrio y solo cinco lo han conseguido ya en el ejercicio 2023: el Principado de Asturias, Cantabria, la Comunidad Foral de Navarra y los archipiélagos.
Las entidades locales tendrán que cerrar sus cuentas públicas con un superávit del 0,2%, por lo que deberán hacer un ajuste de 1.600 millones de euros de déficit (0,09% del PIB) que tuvieron al cierre del ejercicio fiscal de 2023. Aun así, a pesar del ajuste Hacienda «no obligará a hacer recortes»
Una de las cesiones que dio el Gobierno a Junts para que Sánchez siguiese en Moncloa es la condonación de la deuda de Cataluña. La Generalitat cuenta con el mayor pasivo de las 17 comunidades autónomas, ya que recurrió en varias ocasiones al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
Desde el Gobierno confirmaron que esa condonación se haría extensiva a todas las regiones y Montero confirmó que se hará a través de una ley específica «una vez se haya consensuado con el conjunto de los territorios la metodología», explicó. La titular de Hacienda dijo que esto no estaba incorporado en el proyecto de Presupuestos de 2024, que no saldrá adelante, precisamente, por la convocatoria de elecciones al Parlament de Cataluña. En su explicación, la ministro habló de «un menú a la carta» en el que las regiones podrán deducir «una fórmula u otra» dependiendo de sus propios intereses.
El modelo de financiación autonómico, que data del 2009, debería haberse revisado en el año 2014. Diez años después, no se ha movido ni una coma del actual sistema. El debate salta de vez en cuando a la palestra. Es cierto que la necesidad de modificarlo por los agravios comparativos que genera, es algo que genera bastante consenso, independientemente del color político de los Ejecutivos autonómicos. La Generalitat propuso recaudar el 100% de los impuestos, algo así como hacen las regiones forales (País Vasco y Navarra). Algo así como crear un cupo catalán. Ante esta propuesta, Montero aclaró que el nuevo modelo de financiación «estará fundamentado en los recursos que dispongan las comunidades autónomas para prestar servicios de calidad». Aunque reconoció que estará basado en las peculiaridades de cada territorio.
Entre esas «singularidades» están, por ejemplo, la insularidad, la dispersión de población que sufren algunas regiones del norte o las zonas más despobladas. «Con Cataluña no habrá problema de incorporar aquelas que la Generalitat pueda demostrar que son singularidades, igual que Aragón o Andalucía», reiteró Montero.