Desde el Gobierno aún no se ha tomado una decisión firme sobre su sucesión al frente del organismo, pero, según se recoge en los propios estatutos del Banco de España, la subgobernadora, que cesa de sus funciones en septiembre, puede ocupar el cargo de manera interina.
«Ha sido un privilegio – dice Hernández de Cos en una carta – ser gobernador del Banco de España y liderar un equipo humano tan cualificado y comprometido con los objetivos de la institución que, en último término, pretenden contribuir a la mejora del bienestar de nuestra ciudadanía. Mis últimas palabras son de agradecimiento a todos ellos, con la seguridad de que mantendrán el mismo compromiso de servicio público en la nueva etapa que ahora se abre».
Así lo ha señalado De Cos en una publicación en el Blog del Banco de España, en la que ha compartido su visión sobre cómo ha afrontado el Banco de España el período de su mandato, unos años «marcados por la sucesión de acontecimientos inauditos, como la pandemia, y los vaivenes de la economía y de la inflación», ha dicho, asegurando que «estos seis años han sido un período particularmente complicado». También ha reiterado que el Banco de España «es una institución sólida» cuyos valores se basan en dos pilares principales: «El rigor analítico y la independencia».
«Sin duda, estos ingredientes ayudan. Pero en una institución grande y compleja, la planificación estratégica es fundamental para facilitar la respuesta a estos grandes desafíos», ha añadido.
A través de esa carta, el mandatario ha hecho un repaso de estos seis años al frente, marcados por un entorno «más incierto y complejo» abocando a Europa a quedarse atrás con respecto al resto de grandes economías, mientras que España lleva más de una década sin converger en renta per cápita con el resto de socios europeos. De Cos ha hecho un llamamiento a impulsar «grandes acuerdos políticos» con el objetivo de revertir esta tendencia, en un contexto caracterizado por la era de la incertidumbre y las transformaciones que exige mantener la alerta.
En concreto, ha compartido su visión acerca de la forma en que ha afrontado el mandato a lo largo de estos seis años en los que ha tenido lugar una pandemia y la guerra de Ucrania, factores que han desestabilizado la economía y han provocado una inflación inédita en décadas. «Nuestra tarea es compleja de por sí, pero estos seis años han sido un período particularmente complicado», ha admitido. De Cos ha hecho un llamamiento a impulsar «grandes acuerdos políticos» con el objetivo de revertir esta tendencia, en un contexto caracterizado por la era de la incertidumbre y las transformaciones que exige mantener la alerta.
Hernández de Cos se convirtió en gobernador en 2018, cuando la economía se estaba recuperando de la crisis financiera global de 2007. Sin embargo, dicha recuperación se vio «cortada de cuajo» ante diferentes acontecimientos que han provocado distorsiones y bandazos, incluido la renta por habitante. A la citada pandemia y la guerra de Ucrania se sumó el conato de crisis financiera vivido en Estados Unidos y Suiza el año pasado, que finalmente ha tenido un impacto «limitado», así como la situación geopolítica en la Franja de Gaza, que ha añadido un nuevo foco de incertidumbre.
Estas circunstancias han dado paso a cambios en la regulación financiera y la gestión de crisis, que han requerido la adaptación del sector financiero en medio de un escenario que también se ha visto influido por los cambios tecnológicos, la emergencia climática, los riesgos de fragmentación, el envejecimiento de la población, una mayor desconfianza en las instituciones y el auge de la polarización a escala global. De Cos reconoce que todos estos factores han configurado un entorno más «complejo» que en clave nacional se refleja en «múltiples retos para la economía española, viejos y nuevos».
Tras reconocer el «privilegio» de haber ocupado el cargo y contribuir a aumentar la presencia y la influencia externa de la institución, junto al resto del equipo, De Cos Destaca el papel del Banco de España y las diferentes aportaciones realizadas en este periodo. Entre ellas se encuentra su contribución decisiva a las políticas económicas, no solo en España, sino también a nivel europeo, como la supervisión bancaria, la vigilancia macroprudencial o la resolución de entidades. El grano de arena del supervisor ha tenido incluso escala global, a través, del Consejo de Estabilidad Financiera o del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, que Hernández de Cos ha presidido desde 2019.