De esta manera, De Cos ha recalcado durante su intervención en el X Foro de Innovación Turística Hotusa Explora que «los incrementos salariales en el sector se han situado por encima del resto de sectores», lo que se ha unido a que «los costes laborales unitarios vienen mostrando un elevado crecimiento en España». «El aumento de la remuneración por asalariado en la economía de mercado -que ha registrado cifras superiores a las pactadas en convenio-, junto con el incremento de los costes laborales no salariales (en particular, las cotizaciones sociales) y el débil comportamiento de la productividad, ha generado un incremento de los costes laborales unitarios por encima de la UEM desde el inicio de la pandemia. De mantenerse este patrón, podría acabar afectando a la competitividad-precio de las empresas españolas y, en particular, a las del sector turístico».
Asimismo, ha valorado que «el turismo es uno de los sectores que presenta una mayor concentración de empleados en los grupos de jóvenes y de baja cualificación, lo que le hace más sensible a los incrementos del salario mínimo, que han sido muy significativos en los últimos años».
«Es de sobra conocido que el sector turístico es altamente intensivo en empleo. En un contexto de perturbaciones negativas de oferta como el que hemos vivido en los últimos años, este rasgo estructural hace al sector menos vulnerable a aumentos de precios en bienes intermedios (energéticos, por ejemplo), pero más vulnerable a efectos de segunda ronda a través de los aumentos salariales», ha agregado.
El mercado laboral es fuente de preocupación para las firmas turísticas no solo por las alzas de sueldos, sino también por la cantidad de trabajadores, puesto que «han ido ganando peso entre las preocupaciones de los empresarios del sector los problemas de disponibilidad de mano de obra».
«De acuerdo con la última Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial, correspondiente al cuarto trimestre de 2023, la escasez de trabajadores es percibida por parte del 42,5% de las compañías encuestadas como un factor que está afectando negativamente a su actividad. Este porcentaje es sensiblemente superior en la hostelería y el transporte, donde el 55% y el 51% de las empresas, respectivamente, declaran estar experimentando este problema, unos 20 pp más que en el mismo período de 2021», ha manifestado.
En este sentido, ha subrayado la «necesidad de mejorar las políticas activas de empleo para favorecer la empleabilidad, así como de coordinar estas políticas con el sistema de prestaciones y subsidios de desempleo para facilitar la activación de los desempleados».
Hernández de Cos considera también que las firmas que se dedican al turismo deben abordar «la dinámica de la productividad», para la que se observa que «en el sector de la hostelería su nivel se sitúa un 33% por debajo del que registra en el conjunto de la economía española, debido al carácter intensivo en mano de obra de dicho sector». Sin embargo, la productividad de la hostelería en España «es superior a la de otros países de nuestro entorno (30% sobre Italia, 26% sobre Alemania y 9% sobre Francia), a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de ramas productivas».
Además, ha destacado que «la evolución del turismo, como la del resto de la economía, va a estar muy condicionada por el impacto de las nuevas tecnologías».
«En concreto, en el ámbito turístico se está generalizando el uso de las nuevas tecnologías entre las nuevas generaciones. Entre otros efectos, ello cambia la naturaleza de los proveedores de servicios turísticos, como las agencias de viajes, ahora sujetas a una competencia mayor por parte de las plataformas digitales», ha concluido.