La presidenta del organismo encargado de tutelar las cuentas públicas ha señalado que se puede esperar que haya “discrepancias y diferencias sustentadas en argumentos”. Sin embargo, ha advertido de que “en ningún caso caben las descalificaciones que puedan poner en tela de juicio los análisis y conclusiones” de la institución.
“En mi opinión no es bueno pasar de la Airef al Gobierno y, por supuesto, sería imposible pasar del Gobierno a la Airef. Como presidenta estoy al servicio de la institución”, ha dicho Herrero al ser preguntada por si sería ministra en un hipotético Ejecutivo del PP. La relación con su antecesor en el cargo no parece pasar por su mejor momento. De hecho, se ha expresado directamente sobre el salto que dio José Luis Escrivá, que pasó de presidente de la Autoridad Fiscal a ministro del Gobierno de Pedro Sánchez. “Cuando se produjo ese paso, sentí que había que reafirmar la independencia. Puede ser muy positivo para el país y sin duda lo ha sido. Pero esta vinculación entre Gobierno y Airef obliga a la institución a tener que demostrar todavía más su análisis y su actividad independiente”, ha asegurado. Estas declaraciones han tenido lugar este jueves en Santander en las jornadas sobre economía de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, patrocinadas por el BBVA.
Herrero ha recordado que hace continuas comparecencias ante el parlamento; que publica todos sus informes con la información en la que se basan; que tiene un consejo asesor independiente, y que ha propuesto que un grupo de expertos evalúe de forma externa el desempeño de la Autoridad Fiscal. “Las instituciones fiscales independientes no son instituciones cómodas por sus funciones y rompen la asimetría de la información que muchas veces caracteriza la actuación pública. Hay ciertos pronunciamientos que pueden resultar molestos. Los gobiernos pueden tener la tentación de cuestionar nuestra legitimidad, desprestigiar el análisis o limitar los recursos. No basta con la independencia que da la ley. Requiere la protección de la Comisión Europea”, ha incidido la presidenta de la Airef.
Herrero ha insistido en defender la labor del organismo. “La discrepancia es buena, el diálogo es bueno, pero creo que hay unos límites de lealtad institucional que no deben sobrepasarse”, ha abundado tras el choque con Escrivá por el ingreso mínimo vital. En el informe se recogía que el número de hogares que recibió esta ayuda no contributiva se mantuvo prácticamente igual que un año antes, en 284.000 familias, lo que supone poco más de un tercio de los 800.000 hogares que potencialmente podrían recibirlo.
La presidenta del organismo ha explicado que hubo siete interlocuciones previas con el ministerio antes de la publicación del documento, por lo que todas las observaciones que pudieron recogerse se hicieron. Y ha añadido que la información con la que se elaboró el estudio era de las bases de datos de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. “Me ha sorprendido bastante el pronunciamiento del ministerio. Ha sorprendido a nuestro consejo asesor, a los expertos. Era algo que ya se sabía. La Airef realiza sus análisis desde la independencia”, ha zanjado.
La Airef ha explicado que no ha podido analizar las duplicidades del ingreso mínimo vital con las ayudas de las comunidades porque la información que proporcionan estas no es buena. Pero eso no significa que admita que los datos son de mala calidad y que contaminan el análisis, como sostiene el departamento de Escrivá. “Son los de las Administraciones. No hay teorías ni supuestos elaborados por la Airef, las cifras son incontestables”, ha defendido Herrero. Además, ha explicado que, según se desprende de las afirmaciones del ministerio, parece que la Airef ve como algo negativo que alguien salga de la prestación. “¿Cómo lo va a considerar negativo? Lo importante es que el ingreso mínimo vital consiga su máximo potencial”, ha indicado.
Nuevo marco fiscal
La Autoridad Fiscal es una exigencia europea que nace a raíz de la crisis de 2008 para poner un control al aumento de la deuda pública. Se crea como un supervisor independiente en 2013 y se financia con una tasa que financian todas las Administraciones Públicas. Con la pandemia y la guerra de Ucrania se ha pospuesto la necesidad de reconducir a medio plazo la situación de vulnerabilidad de las cuentas públicas. Pero a partir del año que viene vuelven las reglas europeas que imponen la disciplina fiscal. “Lo que era una recomendación se ha convertido en una obligación ineludible”, ha subrayado Herrero.
La Airef proyecta para los próximos años un crecimiento en torno al 2% y un estancamiento del déficit público en torno al 3%, con una deuda pública por encima del 100%. En esta situación se incumplirían los objetivos de déficit y deuda europea. Habría muy poco margen para hacer frente a las presiones que van a surgir por el envejecimiento de la población, al tiempo que el peso de los intereses será cada vez mayor. “Hay que actuar cuanto antes para reducir el tamaño de los ajustes”, ha instado la presidenta de la Airef.
Con el nuevo planteamiento que se baraja en Europa, en principio no es necesario bajar el déficit en un año concreto. Se da margen para hacer el ajuste a más años. Pero a cambio hay una mayor exigibilidad y hay que mantener una senda de gasto de forma estructural que hace que la deuda no suba, ha comentado Herrero. Con las nuevas reglas fiscales que se están ultimando en Europa, en los 10 años siguientes debe haber un descenso de la deuda con un grado de probabilidad todavía por decidir. Según ha explicado Herrero, esto no es fácil de determinar porque exige hacer un análisis riguroso de sostenibilidad. No vale con el envío a Bruselas de un mero documento formal como el Programa de Estabilidad, ha asegurado. Y ha recordado que, de acuerdo con la propuesta de la Comisión Europea, habrá un examen de la institución fiscal independiente para evaluar si esto es así. El papel de la Airef será por tanto clave en la consolidación fiscal que hay que abordar.