Durante su intervención señaló que la AIReF busca profundizar en el conocimiento y así poder dar soluciones a un fenómeno cierto, el envejecimiento, de manera fundada y basada en la evidencia. Afirmó que se trata de adelantarse a tendencias y retos que requieren de una actuación temprana y buscar soluciones que superen las visiones cortoplacistas y aborden de manera contundente un fenómeno como el envejecimiento de la población, que es ya una realidad.
La presidenta explicó que la visión de la AIReF se centra en el impacto de la demografía en la sostenibilidad de las finanzas públicas, pero destacó la necesidad de abordar este reto de manera integral ya que la sostenibilidad no es fragmentable y no tiene sentido poner el acento en la sostenibilidad de una parte sin tener en cuenta las implicaciones que ello pueda tener en la sostenibilidad del conjunto. Por ello, la AIReF continuará enriqueciendo sus análisis por ejemplo en materia de equidad intergeneracional y de suficiencia del sistema de pensiones.
La AIReF ha analizado el impacto del envejecimiento sobre la economía y sobre las finanzas públicas en su Opinión sobre la sostenibilidad a largo plazo de las Administraciones Públicas publicada en el primer trimestre de 2023. Este análisis se ha realizado desde una perspectiva macroeconómica y presupuestaria, tanto por el lado de los ingresos como de los gastos, en un horizonte de muy largo plazo. La principal conclusión es que el cambio en la pirámide poblacional, algo sobre lo que existe consenso, no solo afecta al sistema de pensiones, sino también a otras partidas de gasto como el sanitario y los cuidados de larga duración; a los ingresos públicos y al crecimiento de la economía.
El impacto del envejecimiento
En concreto y pese al enfoque positivo que adopta la AIReF (flujo migratorio elevado, tasa de paro del 7% en 2050 con una mayor tasa de participación femenina en el empleo y de los trabajadores de más edad), el descenso de la población en edad de trabajar a partir de los años 30 y el consiguiente aumento de la tasa de dependencia reducen la capacidad de crecimiento asociada al factor trabajo. La AIReF proyecta un crecimiento medio del 1,3% entre 2022 y 2070.
El envejecimiento, además, puede determinar cambios en la capacidad recaudatoria de la economía al alterar la composición de las rentas y de la riqueza, así como los patrones de consumo. Conceptualmente predominan los efectos negativos, pero la evidencia empírica es reducida y poco concluyente. La AIReF mantiene comportamientos históricos y estima que los recursos elevan su peso sobre el PIB desde un 36% en 2026 hasta un 38,2 en 2050 por la progresividad del IRPF y las medidas de incremento de las cotizaciones sociales.
Adicionalmente, el cambio demográfico impactará de manera notable en partidas de gasto como las pensiones, el gasto sanitario y los cuidados de larga duración. En concreto, el gasto en pensiones alcanzará un máximo en 2049 del 14,8% del PIB para las pensiones del sistema de Seguridad Social y del 16,3% incluyendo también pensiones no contributivas y de clases pasivas. Por su parte, el gasto sanitario aumentará en 1,3 puntos de PIB entre 2026 y 2050, llegando al 8,4% del PIB; y el gasto en cuidados de larga duración, que actualmente está en el 0,9 del PIB, se duplicará en 2050, hasta llegar al 1,7% del PIB.
Coste elevado de la inacción
Con estas proyecciones, tal y como sostuvo Herrero, la AIReF pretende mostrar lo que puede pasar con las finanzas públicas en el futuro si no se toman medias. De hecho, la dinámica de ingresos y gastos a políticas constantes evidencia que la inacción o la acción tardía tendría un coste muy elevado, ya que la deuda podría llegar al entorno del 150% del PIB en 2050. En cambio, si se reacciona ya y se empiezan a poner soluciones sobre la mesa, la tendencia inercial de las finanzas públicas se puede revertir. De ahí que la AIReF incluya en su Opinión escenarios alternativos que permiten identificar factores que pueden tener un mayor impacto en las cuentas públicas. Por ejemplo, tres décimas más de crecimiento a largo plazo reducirían el gasto en pensiones en 1,3 puntos y la deuda en 29 puntos, ambos en 2050, respecto al escenario base.
De cara al futuro, aseguró que la AIReF quiere profundizar en su análisis al menos a través de otras dos dimensiones: la suficiencia del sistema de pensiones, fundamental para el propio sistema y para reformas complementarias relacionadas con el ahorro y su fiscalidad o el envejecimiento activo; y la equidad entre generaciones. Además, la Institución seguirá actualizando sus previsiones a largo plazo, revisando todo su escenario demográfico, los supuestos económicos, el impacto de reformas y la incorporación de las nuevas dimensiones y retos existentes sobre la mesa.
El objetivo de AIReF con estos análisis no es otro que concienciar de las presiones que se avecinan y la consiguiente necesidad de articular una estrategia fiscal nacional con visión de futuro y participación de todos los agentes. En 2024 previsiblemente volverán las reglas fiscales y en pocos años se percibirá la presión del envejecimiento. Según la presidenta de la AIReF, parece aconsejable un acuerdo país que aborde este reto de forma integral compatibilizando crecimiento y sostenibilidad.