La cifra se sitúa por encima de las transacciones contabilizadas el año pasado, cuando aceptaron unas 200 solicitudes y empuja a la ‘joint venture’ a consolidar su alianza, que arrancó en 2024 en la ciudad de Madrid y, tras una fase de testeo, se lanzó de forma gradual por toda España. «Cada hipoteca se hace a medida del cliente, lo que explica que el proceso sea lento, mínimo de tres meses», explica Trinidad Martín-Orozco, directora general de Santander Mapfre Hipoteca Inversa a ‘La Información Económica’. Después de dos años de andadura, hace un balance positivo, con la expectativa de que la «demanda experimente un crecimiento exponencial». «Hay un profundo desconocimiento del producto, a medida que se eliminen los prejuicios, su demanda repuntará, porque cubre una necesidad que existe en estos momentos», sostiene.
Lo cierto es que la hipoteca inversa no es apta para todos. La rúbrica del acuerdo contempla unos requisitos entre los que destacan un valor de tasación mínimo de la vivienda de 150.000 euros y que se ubique en inmuebles de alta liquidez y baja volatilidad, lo que imposibilita su venta en todas las regiones de España. De hecho, el código postal es uno de los motivos por los que se deniegan solicitudes. «Rechazamos bastantes», admite.
La hipoteca inversa va dirigida a mayores de 65 años que sean propietarios del inmueble, que además debe ser su residencia habitual y sobre ella no deben pesar cargas financieras ni residir personas que no figuren como propietarias de la misma. En este caso concreto, ofrecen una disposición inicial del 10% del valor de tasación y una renta de carácter mensual. En este sentido, Martín-Orozco asegura que la edad media de contratación en esta primera fase ronda los 84-85 años, con dos perfiles diferenciados.
Por un lado, figuran aquellos usuarios por debajo de dicha franja, que gozan de buena salud y buscan ingresos adicionales a la pensión para viajar y, por otro, los que han gastado sus ahorros y necesitan ayuda económica. A grandes rasgos, el cálculo de la renta se realiza sobre el 70% del valor del inmueble y el 30% se reserva para los herederos.
