El controvertido fabricante de equipos de telecomunicaciones, en el centro de las tensiones entre Estados Unidos y China, se introdujo en la producción de chips el año pasado y está recibiendo una financiación estatal estimada en 30.000 millones de dólares, según la Asociación de la Industria de Semiconductores, con sede en Washington.
La Asociación añadió que Huawei ha adquirido al menos dos plantas existentes y está construyendo otras tres.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos añadió a Huawei a su lista de control de exportaciones en 2019 por motivos de seguridad. La empresa niega ser un riesgo para la seguridad. Si Huawei está construyendo instalaciones bajo nombres de otras empresas, como afirma la Asociación de la Industria de Semiconductores, entonces podría ser capaz de eludir las restricciones del Gobierno estadounidense para comprar indirectamente equipos estadounidenses de fabricación de chips.