Apenas se registró un único accidente con víctimas mortales el año pasado, en un avión turbohélice, de los 37 millones de movimientos de aeronaves que hubo en 2023, por lo que la tasa fue de 0,80 por millón de despegues.
A pesar de tener una siniestralidad muy baja, los accidentes aéreos están catalogados como uno de los riesgos a cubrir más caros del mercado. Prueba de ello es que, en los últimos cinco años, los costes siniestrales de estas coberturas han ascendido hasta 14.000 millones de euros, de acuerdo con el estudio de Allianz Commercial Riesgos, siniestros y perspectivas de los seguros de aviación, habiéndose registrado una media de un accidente por cada 880.000 vuelos entre 2019 y 2023 según la IATA, siendo el último año el mejor, con una tasa de accidentes de 0.8 accidentes por millón de despegues.
La llegada de la pandemia trajo consigo una disminución drástica en el número de vuelos y, por ende, también de la siniestralidad. En Estados Unidos, el mercado de aviación más grande del mundo hubo apenas 1.100 incidentes en pista en 2020, y la tasa de estos casos por millón de vuelos fue de 28, acercándose a números del 2013 y 2014.
Pero el repunte de la actividad aérea fue fuerte a partir de 2021, y así lo demostró el indicador anteriormente mencionado. En apenas el transcurso de un año, los incidentes en pista superaron los 1.600 casos, y la tasa de siniestralidad por millón de vuelos fue de 34, la segunda más alta tras 2017 y 2018.
Lo cierto es que el turismo vive una edad dorada prácticamente en todo el mundo. Tom Fadden, director global de Aviación de Allianz Commercial, lo representa con el crecimiento del PIB mundial y el sector: «Mientras que el primero solo creció un 3,2% en 2023, 1.300 millones de personas viajaron al extranjero, lo que supone un aumento del 33%», explica el directivo. Además, según la Organización Mundial del Turismo, durante el primer trimestre de 2024 (últimos datos disponibles), el turismo internacional aumentó un 20% respecto al mismo periodo del año anterior y un 97% comparado con los niveles prepandémicos, lo que supuso un total de 285 millones de viajeros. Este crecimiento del sector llevará a que las primas brutas en este ramo alcancen un máximo histórico, con más de 7.300 millones de euros de facturación.
Sin embargo, a pesar de la esperada recaudación récord del negocio, el estudio de Allianz Commercial muestra la preocupación por el aumento de costes cuando ocurre un siniestro. Y esta intranquilidad aumenta porque el crecimiento de pasajeros, a pesar de que hay previsión de que se reduzca de cara a 2027, seguirá aumentando año a año (en 2027, la tasa de variación será del 4,5% anual).
El primero de los factores que destaca el informe es la tendencia actual de siniestros, la cual parece que se ha estancado en unos números superiores a lo presente una década atrás. Un mayor número de vuelos implica una mayor siniestralidad, pero se presupone que el paso de los años y los avances tecnológicos reducirían esta cifra, pero de momento no es suficiente.
Dentro de esta estabilización de los siniestros, las colisiones o choques concentran uno de cada tres casos reportados al seguro; seguido de la falta de mano de obra y los productos defectuosos (13%); los problemas relacionados con los viajes (retrasos, pérdida de equipaje, etc.) con un 8%; y los resbalones, caídas (6%) y catástrofes naturales (4%). No obstante, los casos que más preocupan son los de colisión, ya que suponen un 63% del gasto total dedicado a la siniestralidad. También la mano de obra y los productos defectuosos, que representan algo más de dos de cada diez euros destinados a incidentes.
Todo ello en un entorno en el que los costes de reparación son cada vez más altos y la falta de mecánicos especializados en el sector se acentúa. «En los dos últimos años se ha producido un aumento significativo de los gastos de reparación de los aviones, impulsado por las subidas de los costes laborales y el coste de las piezas», relata el informe. Esta escasez de mano de obra afecta no solo a la hora de contratar nuevo personal mejor pagado ante la ausencia de los mismos, sino que se recurre a empresas externas, como explica Mike Nicholls, experto senior en siniestros de aviación, de Allianz Commercial en Reino Unido.
Se desconoce el potencial riesgo que puede provocar el aumento de tráfico aéreo, aunque el seguro ya está manos a la obra y ofrece pólizas para este periodo de prueba. Posteriormente, según indican desde Allianz, «la cobertura se parecerá a la estándar de los aviones actuales, con seguro del casco y de responsabilidad civil, además de pólizas auxiliares como accidentes personales». Todo ello, eso sí, con una prima presumiblemente menor debido a que la estructura es más barata.