La nueva estrategia de crecimiento de la compañía se basará principalmente en las redes a las que dedicará 55.000 millones de euros, mientras que el resto irá a nueva generación, almacenamiento, y comercialización. Reino Unido será el mayor receptor de esta inversión con 26.000 millones, le seguirá Estados Unidos con 20.000 millones y los países que verán recortes en su inversión en redes serán Brasil, que pasará de 8.000 millones a 6.000 millones y España que reduce de 3.900 millones a 3.500 millones. Estas previsiones se benefician de la nuevos marcos tarifarios de Reino Unido (RIIO-T3) y de EEUU en Nueva York y Maine.
La eléctrica pretende así llegar a 2031 con 90.000 millones de base de activos regulados en redes, frente a los 31.000 millones que tenía en el año 2000, lo que equivale aproximadamente a 1,4 millones de kilómetros de líneas entre Estados Unidos, el Reino Unido, Brasil y España. Según el plan que ha diseñado ya la filial de Iberdrola (SP Energy Networks), el objetivo en Reino Unido será facilitar la conexión de 19 GW de generación renovable, frente a los 11 GW conectados en RIIO-T2, así como aumentar la capacidad del corredor B6 (Escocia-Inglaterra) de 6,6 GW a 10 GW inicialmente, y hasta 40 GW en 2040. Por otra parte, Iberdrola ha decidido integrar Avangrid y comprar la participación de Previ en Neoenergia y Electricity Northwest para aprovechar las rentabilidades del negocio de redes, que aporta unos ingresos estables, con gran visibilidad y a largo plazo.
El grupo ha confirmado que no hay previstas nuevas ampliaciones de capital hasta, al menos, 2030. Asimismo, ha señalado que el flujo de caja procedente de nuevas inversiones contribuirá a la financiación, del efectivo y el acceso a los mercados de bonos. Además, el grupo sigue optimizando su cartera de activos mediante desinversiones y asociaciones. Esta política financiera permitirá a la eléctrica presentar una propuesta de dividendo en línea con la actual.