Este proyecto, emplazado en los distritos de Vila Real y Braga, al norte de Portugal, y con una inversión total cercana a los 350 millones de euros, refuerza el compromiso de Iberdrola con sus objetivos medioambientales, siendo el primero de ellos combinar la energía eólica con la energía hidráulica. Esto implica compartir el punto de conexión y la línea de evacuación de electricidad producida, lo que incluirá una ampliación de la subestación, ya prevista en el diseño inicial del proyecto.
Con una capacidad instalada de 274 MW y una capacidad de producción de 601 GWh al año, equivalente al consumo de 128.000 hogares, esta infraestructura se integrará dentro del Sistema de la Central Eléctrica de Tâmega (SET). El proyecto, que se beneficiará del punto de conexión ya existente en Ribeira de Pena, firmará un contrato de suministro a largo plazo, conocido también como PPA – Acuerdo de compraventa de energía.
Este proyecto, que consta de los parques eólicos de Tâmega Norte y Tâmega Sul, forma parte de un acuerdo firmado con el fondo soberano de inversión noruego, gestionado por Norges Bank Investment Management. La incorporación de energía eólica en el SET aumentará la aportación de energía limpia, competitiva y a bajo coste al sistema eléctrico portugués, garantizando el máximo suministro de energía verde, originalmente autorizada para cada proyecto, durante el mayor tiempo posible.
La reducción de emisiones de CO2 no solo proviene de una producción de energía 100% verde, sino también de la construcción del proyecto, que, al compartir su ubicación con el SET, reduce significativamente el impacto ambiental al hacer uso de la infraestructura, carreteras e instalaciones existentes.
Además, en momentos punta, la creación de unos 700 puestos de trabajo (en áreas como la ingeniería civil, el ensamblaje de aerogeneradores, subestaciones y líneas de transporte) reforzará la independencia energética del país, lo que supondrá una contribución importante de cara a la consecución de los objetivos del Plan Nacional de Energía y Clima.
El proyecto eólico ha sido adjudicado a Vestas y consistirá en la instalación de 38 aerogeneradores de última generación, el Vestas Enventus V172, con una capacidad unitaria de 7,2 MW y una altura de 114 metros.
La alternancia entre ambas tecnologías reducirá considerablemente la dependencia de las condiciones ambientales intermitentes y las limitaciones que conlleva la escasez de recursos como el viento. Se promoverá de este modo una mayor estabilidad de la producción de energías renovables y la optimización de la infraestructura.
Como sucede con todos los proyectos de energía renovable en Portugal, resultará clave la atención puesta sobre los proveedores locales: empresas como CJR y Conduril-Socorpena estarán también involucradas en el desarrollo de la estructura básica, mientras que Painhas y Proef participarán en la construcción de la subestación y de las líneas, que empezará a rodar a principios de 2025.