Los trabajos de instalación de los aerogeneradores, que comenzaron el pasado mayo, se han desarrollado en 18 viajes en los que se han traslado tres o cuatro componentes cada vez. En total, en conjunto, los 62 cuentan con una capacidad total instalada de 496 megavatios (MW), y se extienden sobre una superficie de 75 km2 situada a unos 16 km de la costa francesa.
Dotado de una inversión de 2.400 millones de euros, el parque tendrá una producción de 1.820 gigavatios hora (GWh) al año, con los que cubrirá la demanda energética de 835.000 personas (incluida la calefacción), lo que supone el 9% del consumo total de electricidad de Bretaña.
La puesta en servicio técnica del parque eólico se está realizando por tramos. Comenzó con la conexión de la primera turbina a la red nacional en julio. Actualmente, el 20%, correspondiente al primer tramo, ya está operativo. Un segundo tramo del 50% se completará a principios de 2024, y alcanzará el 100% en el primer trimestre de 2024.
El proyecto tiene un marcado sello español. Los jackets -plataformas que sustentan los aerogeneradores marinos- y los pilotes han sido construidos y montados por Navantia-Windar en Fene (A Coruña) y Avilés (Asturias). En el contrato de 350 millones de euros han participado más de 15 empresas españolas y ha supuesto un gran efecto tractor al crear más de 2.000 empleos directos y miles de empleos indirectos.
Además, Siemens – Gamesa ha fabricado las turbinas. De 207 metros de alto cada una, están dotadas con tecnología de última generación y sus palas, de casi 82 metros de longitud, ofrecen un área de barrido un 18% superior al modelo anterior y una mejora de la producción anual de energía del 20% respecto a su predecesora.