Y el primero en pronunciarse, como no podía ser de otra manera ha sido el que según los voceros de La Moncloa será el gran perdedor de esta historieta, el que ha salido a la palestra y se ha pronunciado. Asi, el ex vice ha convenido en que el análisis estratégico de Sumar y Podemos no es el mismo porque considera que Díaz quiere ser la primera presidenta de España «ocupando el espacio simbólico del PSOE» si a la izquierda y al presidente del Gobierno, Sánchez, no les va bien en las generales.
En su opinión, esta estrategia no funcionará porque «jamás Prisa trabajará para que Yolanda Díaz supere al PSOE», y defiende que lo sensato es que la plataforma política de Díaz y el partido ‘morado’ se entiendan en el ámbito electoral.
Y es que, según Iglesias, los que animan a Díaz a alejarse de Podemos pretenden «que desaparezca la fuerza política que hizo posible lo que no logró la izquierda pragmática en España», cuestión con la que algunos se frotan las manos, ha asegurado. «Puede ser el fin de un espacio político, diferente al que ha existido hasta ahora», ha avisado, tras definir a Díaz como una persona inteligente y brillante, y por este motivo cree que –en sus palabras– se pone de perfil en temas conflictivos para la izquierda como la OTAN y el envío de armas a Ucrania.
La crítica de momento no es muy dura, pero deja entrever la batalla cainita que se le avecina a esa izquierda radical que en su dia despertó las conciencias y logró lo que para muchos era imposible, formar parte de un gobierno que se dijo progresista y que está terminando con cualquier parecido a esa realidad ya que ha desembocado en un personalismo populista de complicada continuidad en el momento que abandone el poder y no disponga de los recursos que ello genera.
Pero el devenir de la política española es ese y no solo cambiara mediante elecciones y esa es la calve de todo este circo de la izquierda que se dice progresista, pero que en realidad es de una radicalidad apestosa.