El entorno económico se ha vuelto complicado, el empleo en EEUU se resintió según los últimos datos, con una inflación creciente por culpa de los aranceles, y la guerra de Donald Trump contra Jerome Powell, presidente de la Fed, ha tocado su punto álgido.
La Fed reconoció en su comunicado que la inflación, aunque ha mostrado signos de desaceleración, continúa siendo más persistente de lo deseado, especialmente en componentes clave que afectan los precios al consumidor. Esta rigidez reduce el margen de maniobra para bajadas agresivas de los tipos. Al mismo tiempo, el mercado laboral presenta signos de enfriamiento: el crecimiento del empleo es más modesto, las nóminas no agrícolas han decepcionado en los últimos meses y la tasa de desempleo ha mostrado leves aumentos en ciertas regiones, lo que sugiere que la economía estadounidense puede estar acercándose a un punto de inflexión.