Como se sabe, el Gobierno americano aprobó a mediados de 2023 la primera revisión en 45 años de la Ley Hart-Scott-Rodino, que regula las operaciones de concentración en el país. Los cambios en el formulario Hart-Scott-Rodino (HSR), que las empresas rellenan para notificar a la Comisión Federal de Comercio (FTC) y al Departamento de Justicia (DoJ) las operaciones que superan un determinado umbral (111 millones), obligarán a BlackRock a revelar mucha más información durante esta primera fase de la operación.
El fondo deberá presentar a la FTC y al DoJ información detallada sobre las partes implicadas, sus respectivos mercados y el funcionamiento de las empresas antes de comenzar el periodo inicial de evaluación de 30 días.
Hasta ahora este nivel de escrutinio sólo se exigía en la llamada segunda fase del proceso de aprobación, cuando las agencias solicitaban más detalles sobre los puntos de mayor preocupación.
La Comisión de Comercio puede llegar a solicitar la desinversión de una participada a un fondo de capital privado si considera que hay riesgo de concentración. Además se obligará a desvelar quién vigila la participación más allá de los consejeros formales en las compañías participadas.
Según indica en un informe el bufete Winston & Strawn,»las empresas y los fondos de capital riesgo deben ser conscientes de que los requisitos de divulgación y los detalles de la transacción serán más estrictos en virtud de estos cambios propuestos, requerirán divulgaciones adicionales y alargarán el tiempo necesario para preparar una presentación HSR». El bufete recuerda que la información presentada se considera confidencial y está protegida contra su divulgación a terceros por parte del gobierno y exenta de solicitudes en virtud de la Ley de Libertad de Información. Sin embargo, estos materiales pueden presentarse en procedimientos judiciales.