En el marco de un encuentro organizado por El Correo, bajo el título ‘La Industria, motor de Europa’, Imaz se ha referido, de esta manera, al impuesto extraordinario a las energéticas aprobado por el Gobierno central, tras ser cuestionado por si en algún momento les han hecho repensar sus inversiones. El responsable de Repsol ha manifestado que este impuesto «es injusto» porque «grava» a aquel que tiene actividad industrial y está invirtiendo en el país. Además, ha añadido que «no es legal» y, en este sentido, ha recordado que lo han recurrido y se ha mostrado convencido de que lo van a ganar porque es «anticonstitucional». «Se vendió como un impuesto y no es ni siquiera un impuesto. Y se modificó la figura legal para no colisionar con el principio de retroactividad y, por tanto, darle una mayor aparente seguridad jurídica», ha agregado.
Por otra parte, ha afirmado que «otra mentira» de este impuesto es que sea sobre los beneficios sino que es «sobre las ventas» y, en este sentido, ha manifestado que hay empresas que «pierden dinero» y van a pagar ese impuesto.«Y, además, lo de extraordinario, defínamelo. Porque claro, cuando tenemos empresas con un flujo constante de beneficio, uno puede pensar en qué es extraordinario y qué no», ha indicado.
Sin embargo, ha añadido que se está en un sector «tremendamente volátil», que depende de variables, y la empresa perdió 7.200 millones de euros entre los años 2019 y 2020. Según ha recordado, pasaron la pandemia manteniendo la actividad industrial en todas las plantas y con 3.400 estaciones de servicio abiertas «en las que no pasaba nadie para que las policías, las ambulancias, los transportistas que llevaban camiones a los supermercados pudiesen mantener la actividad económica del país».
Imaz ha manifestado que, cuando todavía no han recuperado esos 7.200 millones entre los años 2021 y 2022, que «venga alguien y diga le voy a comparar lo que gana en el año 2022 con lo que ganó en el año 2020, es un ejercicio de cinismo». «Hemos recurrido y lo vamos a ganar, porque creemos que es ilegal y es anticonstitucional. Y además es favorecer a aquel que está produciendo diésel en una refinería en la India y lo está metiendo por el Puerto de Bilbao, no está creando ningún puesto industrial, no va a pagar nada de este impuesto con el que a algunos se les llena la boca», ha advertido.
Imaz ha agregado que, sin embargo, el que está invirtiendo «aquí», creando empleo industrial y apostando por el futuro se le va a gravar «su competitividad que tiene que ganar cada mañana» con este impuesto.
«¿Si esto nos ha hecho pensar muchas cosas? Sí, claro que sí, ¿por qué lo voy a negar? Pero, yo creo que, si algo ha demostrado esta empresa, a lo largo de muchas décadas, es responsabilidad», ha subrayado. En este sentido, ha señalado que siguen invirtiendo en la actividad industrial en este país «con todas estas dificultades». «Nos defenderemos, mantendremos nuestro discurso, trataremos de buscar los mecanismos legales para hacerle frente, pero vamos a seguir invirtiendo por la industria y por la industria en este país», ha concluido.