La operación se justifica como una manera de que la compañía, de la que el Estado tiene el 28%, gane tamaño en la carrera que comienza por reforzar la industria de la Defensa y en la que las dos empresas tienen muchas posibilidades de disparar sus ingresos y su producción.
Según ha adelantado Expansión el grupo de Defensa y Tecnología ha encargado a la consultora KPMG realizar una due diligence preliminar para estudiar la viabilidad de la operación. Este medio valora EM&E en más de 1.000 millones de euros, aunque la realidad es que la compañía tiene una facturación anual por debajo de los 200 millones de euros. Con todo, la operación ya está sobre la mesa y es una forma de elevar tamaño -ante una avalancha de pedidos al calor del rearme mundial- y los problemas que está teniendo Indra para comprar otros activos como Santa Bárbara Sistemas.