Indra forma parte de la lista corta de potenciales compradores, junto con el consorcio formado por Leonardo y Rheinmetall, el fondo de inversión Bain Capital y una firma australiana.
Iveco Defence Vehicles representa un activo de gran valor en el panorama europeo y encaja perfectamente en la estrategia de expansión de Indra para convertirse en referente europeo de Defensa y, más en concreto, en plataformas terrestres. Otros gigantes mundiales del sector, como la como alianza franco alemana Krauss-Maffei Wegmann y Nexter (KNDS), la checa CSG, la británica BAE Systems y el fondo estadounidense KPS Capital habían mostrado también su interés, pero han quedado ya descartados. Fuentes del mercado apuntan que el precio de IDV ronda los mil millones de euros, según las estimaciones de los analistas, por lo que todo apunta a que la puja podría situarse en esa horquilla de precios. En el caso de alcanzarse las referidas valoraciones, el grupo Iveco suspendería el plan inicial de sacar a bolsa su división de defensa para optar directamente por la transferencia del 100% de los activos de IDV. El conglomerado italiano está controlada por el grupo Exor, propiedad de la familia Agnelli, ahora comprometida a elevar el valor de su acción y escalar posiciones en el índice MSCI World, de firmas de mediana y alta capitalización.
En otro orden de cosas, la empresa conjunta Leonardo Rheinmetall Military Vehicles (LRMV), alianza constituida en febrero de este mismo año y que ha contratado los servicios del banco UBS en esta ofensiva, es la única que ha mostrado por ahora de forma pública su interés en la compra. La rivalidad de Leonardo Rheinmetall con Indra se presume enconada, una vez que Leonardo no solo tiene un interés estratégico por la compra, sino que también cuenta con ingresos recientes por la venta de su participación en la estadounidense RADA Electronic Industries (DRS), por valor de 340 millones de euros, así como el acuerdo para transferir Wass, de armamento naval, a la naviera italiana Fincantieri, aún pendiente de formalizar, con un precio de 415 millones de euros.
Indra ha entrado en la puja por IDV justo al mismo tiempo en el que ha contratado a PwC para explorar también una posible integración con la empresa familiar Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), que es ya su segundo accionista con el 14,3% de las acciones, solo por detrás de la Sepi. La empresa tecnológica y de defensa española prevé facturar este año 5.200 millones de euros y tiene el objetivo de alcanzar los 10.000 millones en 2030, de acuerdo con lo previsto en el plan estratégico aprobado.