Se trata «de un hito clave para la navegación aérea mundial, dado que el centro de control oceánico de Isla de Sal es el último punto de contacto para las aeronaves que cruzan el Atlántico», por lo que la renovación de sus sistemas «tendrá un impacto inmediato en la puntualidad de las operaciones en aeropuertos de América, Europa y África”.
En la actualidad, el centro de control aéreo oceánico, al igual que los principales aeropuertos del país, cuentan con el sistema ManagAir de Indra, una solución de automatización del tráfico aéreo diseñada para reducir la carga de trabajo de los controladores y «facilitar la interoperabilidad con otros centros de control», de modo que la gestión sea mucho más «ágil y segura».
Además, la compañía ha implantado en el centro de control aéreo oceánico una red de comunicación de voz sobre IP basada en la última versión de la solución Garex de Indra, que facilita tanto el enlace tierra-tierra entre centros de control como tierra-aire. Esta solución, completamente digitalizada, asegura la «máxima calidad de sonido y capacidad para escalar la red».
Asimismo, ASA ha reforzado la formación de sus controladores mediante un «extenso programa de entrenamiento» de varios meses proporcionado por Indra. La compañía ha implantado además en el centro de control oceánico de Isla de Sal una posición de control dotada de un entorno de simulación en el que dar continuidad a esta formación y poder validar cualquier nueva versión software antes de su puesta en servicio.