La industria automovilística no solo registra así la mayor cifra de exportaciones de su historia, sino que se consolida además como la que más ha crecido en los dos últimos años.
El motor, que representa ya el 14,4% de todas las ventas de la industria española en el exterior, se consolida como una de las principales fortalezas de la economía española y registra además un superávit comercial de 4.845 millones de euros en estos primeros seis meses, lo que supone un aumento del 21,1% respecto a los 3.999,9 millones registrados al cierre de los primeros seis meses del año anterior. Por comunidades autónomas, la industria automovilística es la principal exportadora en Aragón, Castilla y León y Navarra gracias al empuje de compañías como Stellantis, con la fábrica de Figueruelas (Zaragoza); Renault con las plantas de Valladolid y Palencia y el grupo Volkswagen con la de Landaben, en Pamplona.
En Andalucía, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y La Rioja el sector con mayor empuje internacional es, en cambio, el de la alimentación; en Cantabria, Madrid y el País Vasco los bienes de equipo; en Cataluña e Islas Baleares los productos químicos y farmacéuticos; en Galicia las manufacturas de consumo; en las Canarias los productos energéticos y en Asturias las manufacturas no químicas. Las exportaciones de vehículos son un factor clave para sostener la balanza comercial europea.
En valores absolutos, las exportaciones siguen lideradas no obstante por la industria de los bienes de equipo con unas ventas en los mercados internacionales por un valor total de 37.599 millones de euros en el primer semestre, lo que supone una ligera caída respecto al mismo periodo de 2023 pero un 15% más pese a todo en relación al primer semestre de 2022.
La segunda posición es para la industria alimentaria, que se coloca prácticamente a la par con unas exportaciones por valor de 37.117 millones de euros en los seis primeros meses, un 6,2% más que en 2023 y un 14% por encima de 2022 debido fundamentalmente al alza de los precios. Inmerso en los problemas de transición hacia energías más limpias y la reconversión de las fábricas para producir coches eléctricos dejando de lado los carburantes, el sector del motor, es en cualquier caso fundamental no solo para la economía española, sino que para el conjunto de la Unión Europea, siendo una pieza clave para sostener la balanza comercial. El automóvil, de hecho, supone el 10% de toda la industria manufacturera de la Unión Europea. A nivel global, las exportaciones han registrado este año el primer descenso desde el año 2020 y caen al cierre del primer semestre del ejercicio un 2,5%, hasta 195.105 millones. Aunque el déficit comercial español se ha situado así en 15.822 millones, la economía española sigue dando síntomas de gran fortaleza en el exterior y en la última década las exportaciones han aumentado así casi un 60%.
Europa sigue siendo el primer cliente de los productos españoles, comprándonos el 74,6% de todo lo que exportamos. Los veintisiete países que integran la Unión Europea acaparan, en concreto, el 62,5% de las compras, según los últimos datos del informe mensual de comercio exterior. América supone otro 10,4% de las ventas fuera de la industria española; Asia el 7,5% y el resto se reparte entre África y Oceanía.