Eso, a pesar de que la expareja de José Luis Ábalos admitió el pasado 27 de febrero ante el juez que cobraba sin acudir a trabajar. La joven realizó tareas como auxiliar administrativa en esta empresa pública adscrita al Ministerio de Transportes desde marzo de 2019 a febrero de 2021. Días después de acabar el contrato dio el salto a otro ente público, Tragsatec. Los investigadores sostienen que el hermano de Koldo García, Joseba, firmaba los partes de la joven y se encargaba de camuflar su puesto de trabajo fantasma.
La documentación que ha remitido Ineco al Supremo, señala que Jésica Rodríguez trabajó un total de 3.6834 horas. La mayor parte del tiempo, 2.547 horas, habría estado vinculada a un proyecto de servicios de asistencia técnica para apoyo técnico y la gestión administrativa de ADIF. Otras 978 horas las ocupó en el servicio para apoyo técnico y la gestión administrativa en ADIF-Alta Velocidad. También se computan horas de vacaciones y festivas.
El grueso de las horas que trabajó Jésica Rodríguez se reparten entre 2019 y 2020. Este último ficha 1.860 horas, superando las 150 en casi todos los meses. El año anterior alcanza las 1.514 horas, unas 300 menos, aunque hay que destacar que ingresó en Ineco en marzo. El menor volumen de trabajo corresponde a 2021, cuando apenas registra 308 horas, ya que Jésica Rodríguez acaba contrato con la empresa pública de ingeniería el 28 de febrero. Aunque la intención era continuar, la joven acabó dando el salto a Tragsatec.
El informe sobre los partes de trabajo de Jésica Rodríguez están firmados por Francisco Acuña Güesta, responsable de Control de Gestión en Ineco. El documento destaca que la información ha sido extraída directamente del sistema corporativo de partes de trabajo utilizado por cada trabajador para la distribución del tiempo de trabajo por actividades, «constando dicha imputación de horas en la herramienta de gestión de proyectos». «Las horas fueron imputadas directamente por la trabajadora a través de sus credenciales personales, en el entorno de red corporativa. El acceso se realizó mediante autenticación individualizada (usuario y contraseña), en un entorno seguro con control de accesos. No constan evidencias de accesos indebidos, suplantación de identidad ni modificaciones no autorizadas en los registros revisados», insiste la documentación que Ineco ha remitido al Supremo.
El último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sigue la tesis de Jésica Rodríguez. Por tanto, desmiente la versión que facilitó el ministro de Transportes, Puente, sobre su contratación en Ineco, a la que se refirió como «escrupulosa». Los investigadores confirman, como ya desveló este diario por fuentes de la empresa pública de ingeniería, que era el hermano de Koldo García quien firmaba sus partes horarios. Una versión que Joseba García negó ante el juez, al que aseguró que la empresa pública le impuso la contratación de la joven.
Sin embargo, los investigadores no albergan dudas de que «Joseba se encargó de cumplimentar los partes de trabajo mensuales» de Jésica Rodríguez y que ambos «se coordinaban para que esta última registrara cada día una jornada laboral que no había sido realizada». En línea con su informe de auditoría, Puente puso en entredicho la declaración de la joven odontóloga ante el Supremo cuando afirmó que no fue nunca a trabajar.
La empresa pública también certifica que Jésica Rodríguez realizó dos cursos «como parte de su itinerario formativo interno». Uno de ellos, entre el 23 y el 30 de junio de 2020, de Medidas Preventivas Frente al covid-19, impartido «bajo metodología elearning», esto es, a distancia. Entre el 16 de julio y el 24 de agosto de ese año, la joven participó en otra formación, esta vez sobre el plan de prevención de imputaciones delictivas (compliance), que también siguió a través de Internet.