El problema es que ella misma revelaría ante el juez que estuvo dos años cobrando sin realizar tarea alguna. Los correos, son todos iguales. Llevan adjunto un excell en el que Rodríguez detalla las horas trabajadas ese día (entre 6,55 y 8,30) y el mismo concepto: «tareas administrativas para Joseba García». Era su jefe directo en Ineco y es hermano de Koldo García, el asesor de Ábalos.
Según detalla Ineco, desde que en marzo de 2020 se impuso este sistema de control del teletrabajo y hasta que en febrero de 2021, Jessica Rodríguez dejó la empresa pública, debió generar 216 partes de trabajo, si bien le acabaron faltando 13. Se descuentan del cómputo las vacaciones que disfrutó durante su tiempo en Ineco, en agosto de 2020, y los días festivos.
Pese a la ausencia de esos 13 partes, la empresa subraya que Jessica Rodriguez «mantuvo contacto via mail con sus responsables organizativos y técnicos» sobre su jornada laboral durante todo ese tiempo de su contratación.
Muestra de esos intercambios, otra batería de correos que se aportan y que arrancan en junio de 2020, con la gerente de Área indicándole a Jessica Rodríguez que no había cumplimentado aún esos partes y debía ponerse a ello. La mujer le contesta que lo había dejado pendiente y que lo retoma. Pero la cadena de correos continúa. La gerente le pregunta qué horas hace cada día y pide concreción. Ella le responde: «Mi horario varía mucho debido a las necesidades o el volumen de trabajo que exista».
Mientras se producían estos intercambios, Jessica Rodríguez andaba insistiendo por whatsapp a Joseba García y, por falta de respuesta, también a su hermano Koldo, para que le ayudase a contestar a esas peticiones de información porque, según decía, no tenía «ni puta idea» de lo que debía consignar. Esperaba que Joseba García contestase por ella o, en su defecto, le dijese qué responder. «Me han mandado un mail, te lo mando, lo lees, ves lo que tengo que contestar, me lo dices, y yo lo contesto», resumía en uno de esos mensajes.