Tras alcanzar nuevos máximos históricos los principales índices estadounidenses (S&P 500 en 6.099,97 puntos o Nasdaq 100 en 21.626,31 puntos), el tono de mercado es más cauto, pues a las altas valoraciones se les ha unido un mayor nivel de tensión geopolítica con el recrudecimiento de las protestas en Corea del Sur y el derrocamiento del régimen de Al Assad en Siria.
Adicionalmente, la semana tiene varias referencias macroeconómicas de importancia, entre las que destacan las reuniones de los Bancos Centrales de Europa, Canadá y Suiza, que previsiblemente bajarán los tipos de interés (el BCE en 25 puntos básicos hasta el 3%). En Australia se espera que las autoridades mantengan el nivel de tipos actual y en Brasil podría producirse una subida para frenar la creciente presión inflacionista. Además, el miércoles se conocerá el dato del IPC en Estados Unidos, que será clave para descifrar si finalmente la FED finalizará el año relajando la política monetaria por tercera vez en 2024.
El viernes los principales mercados bursátiles cerraban con subidas generalizadas cercanas al 3%. El S&P 500 fue de los más comedidos al anotarse un +0,96% y cerrar en 6.090,27 puntos, mientras que el sector tecnológico volvía a coger impulso y el Nasdaq 100 cerraba en los 21.622,25 puntos o con un +3,31%. En Europa las subidas fueron significativas a pesar del efecto negativo que sigue generando la falta de un gobierno fuerte tanto en Alemania como en Francia. El Euro Stoxx 50 subía un +3,61% hasta los 4.977,78 puntos y el Ibex lograba una ganancia del +3,70% para cerrar en 12.072 puntos.
En la renta fija hemos tenido la primera semana de cierta calma, en la que tras cinco sesiones las variaciones en las rentabilidades de los bonos han sido mínima, ¿la calma antes de las decisiones de los bancos centrales? El Treasury a 10 años cerraba con una ligera caída de su rentabilidad hasta el 4,15%, es decir, -3 puntos básicos, muy en línea con el Bono que cedía -2 puntos básicos hasta el 2,76%, con el Bund subiendo +1 puntos básicos hasta el 2,10%. Todo está listo para conocer que hará el BCE esta semana o la FED el próximo 18 de diciembre.
Por lo que respecta a las materias primas, el oro cedía la semana pasada ligeramente hasta los 2.659,60 USD/Oz lo que suponía un -0,80%, pero se ha conocido que el banco central chino ha vuelto a incrementar sus reservas de oro a lo largo del mes de noviembre tras seis meses de calma, lo que ha animado a los inversores a comprar desde el inicio de la sesión del lunes. El Brent ha experimentado un comportamiento muy similar, cedía un -2,50% la semana pasada cerrando en 71 USD/b, pero a pesar de que Arabia Saudí ha bajado considerablemente sus precios de exportación de crudo hacia Asia, el petróleo ha subido ante la inestabilidad en Siria, y como esta pueda afectar al suministro global. Todo ello después de que la OPEP+ decidiera el pasado jueves prorrogar hasta el 1 de abril sus cuotas de producción (con la debilidad económica en China hay crudo suficiente en el mercado y no es necesario que incremente su producción).
A nivel macroeconómico hay que destacar en Europa que el sector servicios empieza a dar señales de agotamiento, el PMI no alcanzaba las expectativas del mercado y las ventas minoristas cedían un -0,5% en noviembre, más de lo previsto. La situación política complicada en Alemania y Francia está debilitando el consumo en el viejo continente. En EE. UU. el dato de nóminas no alcanzó las cifras de contratación esperadas, pero sigue en unos números muy favorables, además el dato anterior se revisó sensiblemente al alza. Por último, hay que comentar que, aunque los indicadores de actividad siguen siendo positivos, serán las decisiones de los bancos centrales y su discurso posterior, los que probablemente definirán el comportamiento de los mercados en las últimas sesiones del año.