Al cierre del segundo trimestre del ejercicio, los fondos totales de la entidad alcanzaron los 93.642 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 8%. Los productos de inversión crecieron un 19% interanual y alcanzaron los 17.510 millones de euros, de los que 5.859 millones eran fondos de inversión (+29%) y 4.242 millones eran planes de pensiones (+16%). Asimismo, el bróker del banco aumentó un 13% comparado con el mismo periodo del año pasado y alcanzó un volumen de 7.409 millones de euros de activos bajo gestión.
Por su parte, los productos de ahorro se incrementaron un 7% hasta los 49.748 millones de euros en depósitos. La entidad ha remunerado más de 250 millones en cuentas de ahorro y depósitos a plazo, entre ellos las Cuentas Naranja que subieron un 56% en volumen de aperturas. Las ventas digitales aumentaron un 27%, y de ellas, un 75% se hicieron a través del móvil, explica el banco, que añade que a finales de junio más de 1,7 millones de clientes utilizaban la herramienta de ahorro de Money Up.
ING cuenta ya con 4,33 millones de clientes, un 4,7% más, de los cuales casi 3,30 millones utilizan sus cuentas transaccionales, considerados como tal aquellos con una Cuenta Nómina o Cuenta NoCuenta, un 7,7% más que un año antes. Así, la primera supera ya los 2,66 millones de clientes, en tanto que la segunda alcanza más de 770.00 clientes
En conjunto, el banco neerlandés obtuvo un beneficio neto de 3.358 millones de euros en el primer semestre de 2024, un 10,4% menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando la ganancia estuvo marcada por los altos tipos de interés. Según el balance publicado este jueves por ING, entre enero y junio el banco naranja registró una facturación de 11.300 millones, apenas un 0,2 % menos que en el mismo periodo de 2023. El beneficio antes de impuestos se situó en 4.861 millones de euros, un 9,6% menos que un año antes, cuando fue de 5.379 millones. Pese a la caída del beneficio, el consejero delegado de esta entidad, Steven van Rijswijk, celebró los resultados al asegurar que ING ha mantenido «un buen desempeño financiero y un impulso comercial durante los primeros seis meses del año».
Así, atribuyó los resultados logrados a unos ingresos por comisiones «sólidos», que reflejan «mejoras estructurales en la banca minorista», y a unos ingresos netos por intereses «resilientes», que estuvieron respaldados por un aumento en los préstamos y en los volúmenes de depósitos de clientes. En los seis primeros meses del año la cartera de créditos de la entidad aumentó un 3%, hasta 662.200 millones, mientras que la de depósitos se incrementó un 2,2%, hasta 696.600 millones.
Por lo que respecta al segundo trimestre, la primera entidad financiera de Países Bajos logró un resultado neto de 1.780 millones de euros, un 17,4% menos que en el mismo periodo del año anterior. El banco registró una facturación de 5.716 millones de euros entre abril y junio, una caída del 0,7% interanual, y un beneficio antes de impuestos de 2.568 millones, un 15,4% menos que en el mismo periodo de 2023, cuando fue de 3.035 millones.
ING aumentó sus gastos operativos en el segundo trimestre en un 8,5%, hasta 2.848 millones de euros, por el «impacto de la presión inflacionaria retrasada» en los costos del personal y por un mayor gasto en marketing. Entre abril y junio la base de clientes del banco naranja creció «significativamente», ya que el número de usuarios principales móviles aumentó en 248.000 principalmente en Países Bajos, Alemania y España.