Este aumento tan pronunciado, en el que España es un caso extremo, ha suscitado un amplio interés en la literatura económica, tanto para entender sus causas como para analizar sus consecuencias», explica Gálvez-Iniesta, profesor del Departamento de Economía Aplicada en la Universitat de les Illes Baleares (UIB) en su trabajo ‘Inmigración y mercado de trabajo: revisión y evidencia para España’.
España es uno de los países desarrollados con mayor porcentaje de población inmigrante: casi uno de cada cinco residentes ha nacido fuera del país. Este fenómeno ha provocado una de las transformaciones socioeconómicas más notables de las últimas décadas, y su impacto sobre el empleo y los salarios de los trabajadores nativos ha sido objeto de intenso debate académico, explica el experto de Fedea.
La teoría económica tradicional considera la inmigración como un shock de oferta laboral. Según este marco, un incremento de trabajadores, sin un ajuste paralelo en el capital productivo, podría generar presión a la baja sobre los salarios. Como explica Gálvez-Iniesta, «la inmigración genera un excedente que provoca una ganancia neta para los propietarios del capital (empresarios), pero a costa de una caída en los ingresos de los trabajadores nativos».
Otro elemento clave es la heterogeneidad de los trabajadores. La inmigración tiende a concentrarse en empleos de baja cualificación, por lo que los efectos sobre los salarios son desiguales. «Los nativos con habilidades similares a las de los inmigrantes tienden a competir directamente por los mismos empleos, lo que puede presionar a la baja sus salarios», indica Gálvez-Iniesta. Por el contrario, los trabajadores nativos de alta cualificación pueden incluso beneficiarse, ya que su productividad se ve reforzada por la complementariedad con mano de obra inmigrante.
De este modo, «la mayoría de los estudios estructurales que usan datos españoles encuentran que, si bien la inmigración puede ejercer cierta presión sobre salarios y empleo en grupos específicos, especialmente en trabajadores menos cualificados, los efectos agregados suelen ser moderados o incluso positivos», señala el experto de Fedea.
Además, la rigidez salarial típica de muchos países europeos, incluida España, impide que los sueldos se ajusten libremente ante un aumento en la oferta de trabajo. Esto hace que el ajuste recaiga en el empleo. «En este contexto, el impacto de la inmigración en el mercado laboral resulta más complejo: la caída salarial se modera, pero ello ocurre a costa de ajustes en las cantidades, es decir, el empleo», señala el autor. Si el impacto sobre los salarios es a la baja o difuso, ¿por qué aumenta el PIB per cápita? La respuesta más sencilla es porque hay más gente trabajando y, por ende, produciendo. Aunque cada nuevo trabajador produzca lo mismo o menos que la media de los que ya estaban trabajando, la producción total aumenta, al igual que el porcentaje de personas trabajando respecto al total de la producción. El resultado es que al dividir el PIB entre toda la población se genera este crecimiento del PIB per cápita
El Banco de España explicaba recientement que «en lo relativo a los canales a través de los cuales se articula la contribución de los extranjeros al crecimiento del PIB per cápita entre 2022 y 2024, el más relevante es la tasa de empleo, que explica gran parte del efecto total. El factor demográfico también tiene una aportación positiva, aunque más modesta en comparación con la de la tasa de empleo. En lo que se refiere al factor asociado a la jornada laboral, los extranjeros también exhibirían una pequeña contribución positiva desde el final de la crisis financiera. En cambio, la contribución de estos al crecimiento del PIB per cápita a través de su influencia en la evolución de la productividad por hora sería negativa, como en períodos expansivos previos».
De modo que la inmigración tiene un impacto en los salarios a la baja o difuso (también desigual) en el mejor de los casos. Al mismo tiempo impacta de forma negativa en la productividad, pero incrementa el PIB per cápita y puede generar otras mejoras en la vida de los nativos a través de diferentes canales (ocupan trabajos que los nativos no quieren, aunque si demanden los bienes que se producen en esos trabajos).