Cada anuncio de inversión o nuevo acuerdo de OpenAI impulsa las valoraciones de manera estratosférica, como ayer con Microsoft. ¿Circularidad o círculo vicioso? Este es el debate que se ha mantenido durante los últimos meses sobre las inversiones y los acuerdos en materia de IA.
Independientemente de lo que pase después de la presentación de resultados, donde el mercado tiende a sobreactuar, somos optimistas con algunas de las Big Tech como Amazon, Microsoft, Alphabet o Meta mirando a la próxima década. Más allá de la narrativa de si la IA es una burbuja o no y de que ciertas compañías puedan estar o no excesivamente caras, lo que vemos en Amazon, Alphabet o Microsoft son compañías con negocios más allá de la inteligencia artificial, únicos y con gran generación de caja.
En nuestra opinión, el reciente acuerdo entre Microsoft y OpenAI refuerza esta tesis: Microsoft pasa a ser uno de los principales accionistas de OpenAI (~27%) y asegura un compromiso de ~250.000 M$ de consumo de Azure a largo plazo. Esto se traduce en ingresos de cloud tangibles a varios años vista y una participación en una de las empresas IA más relevantes a nivel mundial.
Además de las diferentes asociaciones de estas compañías con OpenAI, Anthropic, etc., y el potencial de esos acuerdos, hay más. Por un lado, su infraestructura en la nube, donde no solo se ejecuta IA, sino también aplicaciones, almacenamiento y tratamiento de datos. Son servicios críticos para los clientes y operan en un mercado altamente concentrado en pocos hiperescalares (AWS, Azure y Google Cloud).
Pero además, en Amazon tenemos el e-commerce (donde hoy invierte con fuerza en robótica para hacer más eficientes sus operaciones (la compañía ha superado el millón de robots desplegados), Amazon Ads (que ya supone >50.000 M$ anualizados a partir de 15,7 M$ en el 2T25) y el negocio de suscripción; en Alphabet: el buscador, YouTube, Waymo, Google Cloud; en Microsoft: Azure, Windows, Xbox, LinkedIn, Bing; o en Meta, las principales redes sociales y quién sabe si la parte de Reality Labs podría aportar opcionalidad a futuro. Son negocios que ya funcionaban y siguen funcionando antes y al margen de la IA.
Los múltiplos de valoración son más exigentes para estas compañías que para las tradicionales, pero estamos cómodos invertidos aquí porque la calidad y la generación de caja lo justifican en nuestra opinión. Si es cierto que recientemente hemos reducido ligeramente posiciones en estas compañías por coste de oportunidad y diversificación de la cartera, pero no porque pensemos que no tengan valor o que “todo sea una burbuja”, de hecho seguimos invertidos y forman parte de las 33 compañías que hoy componen Tesys Internacional.
Respecto a las fuertes inversiones de capital, llaman la atención por su tamaño, pero no son otra cosa que innovar para no quedarse atrás. Creemos que la IA tiene mucho potencial de cambiar muchas cosas y estas compañías van a estar a la vanguardia, sumándolo a su base de negocios ya única. En cualquier caso, veremos si estas inversiones obtienen los retornos adecuados; lo que sí tenemos claro es que preferimos empresas que inviertan en I+D y protejan sus ventajas competitivas, frente a las que se quedan sin hacer nada.”
