Quality. Value. Growth. Deep value.
A menudo, cuando los inversores consultan la información sobre un fondo, se enfrentan con descripciones como: “combina una filosofía value con un enfoque quality”. O “busca empresas growth con alto potencial”. O “se centra en compañías deep value”, que, más que un estilo de inversión, parece el título de una película sobre las profundidades marinas.
En primer lugar, tienen que lidiar con esa tendencia a utilizar términos en inglés (algo que también ocurre en nuestro día a día, que las clases de gimnasia ya no son lo mismo desde que se hacen push-ups en vez de flexiones). Y, más allá de la traducción, en ocasiones no todos los conceptos se entienden de forma intuitiva.
Por poner un ejemplo, traducimos “quality” por calidad y “value” por valor, dos conceptos que, en nuestro idioma, pueden parecer similares. Pero en el mundo de la inversión, calidad y valor tienen connotaciones muy diferentes.
Enfoque quality (calidad):
Un fondo con enfoque quality busca compañías de buena calidad. Y algunos se preguntarán: “¡Ah, ¿pero es que no es lo que se busca siempre? ¿De verdad hay inversores que prefieren empresas de mala calidad?”
No es eso; pero para que, a estos efectos, una compañía se considere de “alta calidad” tiene que cumplir con una amplia lista de exigencias: líder en su sector, ventajas competitivas que les permitan gozar de una alta capacidad de fijación de precios, fortaleza de balance, sólidas perspectivas de crecimiento, altos retornos sobre el capital invertido…
Por todo ello, son compañías que no suelen cotizar baratas, sino que se paga una prima por esos factores distintivos. El riesgo está en que no terminen de materializarse esas ambiciosas perspectivas de crecimiento que son la base para justificar los altos múltiplos de cotización.
La calidad se paga
Enfoque value (valor):
Busca empresas fuera de las tendencias del mercado (por eso, a este enfoque a veces se le denomina también contrario), que estén cotizando por debajo de su valor intrínseco. Aquí, lo esencial es que coticen con un descuento respecto a su precio objetivo.
Al cotizar a precios más baratos, contamos con un cierto colchón de seguridad. En este caso, el reto está en saber analizar correctamente el motivo que lleva a una empresa o sector a cotizar por debajo de su precio objetivo, ya que puede deberse a una ineficiencia temporal del mercado o, por el contrario, a una causa justificada que conduzca a que el valor no se recupere nunca.
Buscando valores injustamente infravalorados
¿Se pueden combinar ambos factores?
Sí, se puede. Sería posible realizar un concienzudo análisis para identificar compañías de alta calidad, mirando a continuación si, por algún motivo injustificado, se encuentran cotizando por debajo de su valor justo.
Ejemplos de fondos calidad y valor
BNY Mellon Long-Term Global Equity Fund : Quality Growth
Fondo de renta variable global, muy concentrado, con baja rotación y con exigentes criterios de inclusión en cartera para los valores. El equipo gestor busca que presenten un perfil de crecimiento bruto en torno al 20% (que, finalmente, en términos netos, quedaría en un 7-10%).
Características de las empresas de Calidad: caja neta positiva, empresas que demuestran de manera recurrente y en cualquier ciclo de mercado que son capaces de hacer crecer sus beneficios, que operan en sectores con crecimiento estructural, tienen ventajas competitivas, una base de clientes diversificada y un buen equipo directivo al frente.
Se centran en valores que han cubierto al menos un ciclo completo, para tener una mayor visibilidad sobre la compañía en distintos contextos.
Es un fondo con sesgo a empresas grandes, aunque no necesariamente muy conocidas. De forma residual, pueden incluir empresas medianas.
Capital Group New Perspective Fund (LUX): Quality Growth
El fondo invierte en renta variable global, partiendo de un enfoque bottom-up para el análisis de las compañías. Se centra en empresas multinacionales establecidas y en fase inicial para lograr un crecimiento sólido a largo plazo.
Buscan compañías que presenten una ventaja competitiva económica, que las permita posicionarse frente a la competencia y proteger su cuota de mercado y sus beneficios a largo plazo.
Existen numerosas formas de crear una ventaja competitiva: con una ventaja de coste sostenible, contar con el tamaño adecuado para crear economías de escala, poseer activos intangibles (como patentes, reconocimiento de marcas, concesiones administrativas) que fortalezcan la posición de mercado, etc.
Sigma Internacional : Value
Invierte más del 75% en renta variable de cualquier capitalización y sector, principalmente de emisores/ mercados de la OCDE, pudiendo invertir hasta un 40% de la exposición total en emisores/ mercados de países emergentes. Podrá existir concentración geográfica y/o sectorial. En la actualidad, cuenta con cerca de 45 valores, y las 10 principales suponen el 41% de la cartera, mostrando así su condición de fondo de convicción.
Se trata de un fondo con una gestión activa y flexible; el personal estilo de gestión permite que el fondo aporte una importante descorrelación a las carteras.
El fondo bate en rentabilidad a los principales índices de renta variable, manteniendo una volatilidad moderada.
Robeco BP Global Premium Equities: Value
Fondo de renta variable global que invierte en compañías de todo tipo de capitalización (con un mínimo de capitalización de 250 mn$) con cierto sesgo value.
La cartera del fondo está diversificada (entre 70 y 135 posiciones), seleccionadas mediante un proceso bottom-up partiendo de un universo de inversión de 12.000 compañías.
Su filosofía de inversión se basa en seleccionar valores que cumplan con lo que ellos llaman “los 3 círculos”: análisis de fundamentales , valoración de las compañías y momentum.
Así, se seleccionan empresas que presenten una valoración atractiva y, a la vez, se trate de negocios que cuenten con catalizadores de crecimiento.