Su toma de participación ha sido publicada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores tras el cierre de los mercados. Las acciones de Grifols han subido un 2,22%, hasta los 8,48 euros por título, si bien retroceden un 40,4% desde que el bróker y fondo bajista neoyorquino de Daniel Yu emitiera el primero de sus tres informes contra Grifols, a comienzos de enero.
Del 5,185% que JPMorgan ha tomado en Grifols, un 1,554% corresponde a los derechos de voto por acciones, y otro 3,631% a instrumentos financieros derivados.
El banco norteamericano tomó la posición el pasado jueves 7 de marzo, el día previo a que la cotizada española se disparara un 19,7% tras dar el visto bueno KPMG como auditor a sus cuentas “sin salvedades”. La compañía había notificado días antes que en 2023 registró un beneficio de 59,3 millones de euros, lo que supone un descenso del 71,5% con respecto al año anterior.
Ese mismo día 7, el fondo Melqart afloró un 1,124% en Grifols. Todo tras el tercer ataque de Gotham, en el que acusaba a la farmacéutica de que “los accionistas están siendo engañados”. En ese momento, Moody’s llegó a poner el rating de la compañía en revisión para una posible rebaja por no presentar sus cuentas auditadas. La campaña a favor de Grifols se intensifica de puertas para adentro. Nacho Abia, su nuevo consejero delegado, ha invertido más de 630.000 euros en acciones de la compañía. Mientras que Glanzmann, Grifols Roura y Dagá, consejeros de la empresa, también compraron títulos de Grifols la pasada semana.