Ventaja que se eleva hasta el 26% para aquellos con estudios medios y al 18% para los que cuentan con formación superior.
Por el contrario, la renta mediana de los españoles menores de esa edad se sitúa un 7,3% por debajo de la media de los Veintisiete, a pesar de contar con el mismo nivel educativo. Los hogares mayores son los que cuentan con más riqueza neta. Esta crece progresivamente desde los 76.000 euros para los hogares cuyo cabeza de familia tiene entre 35 y 44 años y alcanza su máximo de 226.000 euros para el grupo de 65 a 74 años. En el caso de los mayores de 75 años, se mantiene en unos 221.000 euros.
El 30,5% de los mayores de 65 años tiene rentas al menos un 30% superiores a la mediana. Además, mientras que el 23,2% del grupo de personas entre 18 y 64 años tiene dificultades para llegar a final de mes, en el caso de los mayores de 65 ese porcentaje se reduce al 15,9%.
Además, el grado de desigualdad entre los mayores, si bien es notable, es más moderado que entre los jóvenes. Las personas de 55 y más años representan el 34,6% de la población española, un porcentaje que se elevará hasta el 43,3% en 2070, según los datos del estudio. Este cambio demográfico también representa retos en la empleabilidad de este grupo de edad. Las tasas de actividad de los mayores de 55 años oscilan entre el 7,5% de los que solo completaron la primaria y el 47,5% de los que cuentan con estudios superiores. De esto se concluye que la formación contribuye a prolongar la vida activa de los mayores.
Sin embargo, en comparación con la UE, la participación en el ámbito laboral de los mayores españoles es menor. La tasa global de actividad de los mayores de 65 años en España es del 3,7%, mientras que en Europa se eleva al 6,6%.
El estudio alerta de la “elevada cifra de mayores que ni estudia ni trabaja en España”. El peso de estas personas que ni estudian ni trabajan se eleva hasta el 38,1% entre las personas de 55 a 64 años, edades previas a la habitual de jubilación. Para los mayores de 65 y 74 años, asciende al 90,4%.
La pensión mediana equivale al 80% del salario mediano de los mayores en España frente a menos del 60% para la media EU-27. En lo que respecta al empleo parcial, en España supone un 11,6% para los mayores, frente al 23,9% medio de los Veintisiete. El 90% de los mayores ocupados con formación universitaria tiene empleo indefinido, casi 20 puntos más que los mayores ocupados solo con educación primaria. Además, a igualdad de nivel de estudios, el salario de los mayores es un 11,9% más elevado que el de los trabajadores de 25 a 54 años, y la diferencia crece hasta el 25% para los titulados superiores, según el estudio. Por otro lado, las personas mayores también se enfrentan a mayores dificultades para encontrar empleo si lo pierden en la recta final de su vida laboral. Los mayores de 55 años concentran el 45% de los casos de desempleo de larga duración, superior a dos años.
El estudio detecta también un menor interés de las empresas por formar a sus empleados mayores, ya que financian el 59% de las actividades de formación en el caso de los trabajadores entre 25 y 54 años, pero solo el 49,8% de las que realizan los empleados entre 55 y 69 años. El estudio apuntó que el nivel educativo es el principal factor de desigualdad en las condiciones de vida de los mayores.
La renta mediana de los mayores de 65 años crece con fuerza con la formación. Mientras que aquellos con estudios básicos presentan una renta de 16.807 euros PPS, la de las personas con estudios medios pasa a 23.134 euros PPS, un 37,6% más. Por su parte, los mayores de 65 años con formación superior tienen una renta mediana de 30.864 euros PPS, un 83,6% más.
Del mismo modo, la riqueza neta de los hogares también varía en función de los niveles educativos. La riqueza mediana para la cohorte de 65 a 74 años es de 226.000 euros en España. No obstante, cae a los 140.000 euros para las personas de esa edad con estudios básicos y se eleva a 243.000 para los mayores con estudios medios. En el caso de los mayores con estudios superiores, su riqueza mediana asciende a 503.000 euros, según BBVA y el IVIE. El estudio también concluye que el nivel educativo también influye en las condiciones de salud y bienestar emocional de las personas mayores. España se sitúa “en una posición relativamente favorable” en cuanto al número de años que las personas viven sin discapacidad a partir de los 65 años, en 10,5, frente a los 9,7 de media de la UE.
Sin embargo, el subgrupo con educación superior mejora los resultados en salud. Por ejemplo, los mayores más formados muestran 9 puntos porcentuales menos de sobrepeso y obesidad y practican más deporte que el grupo de mayores con educación básica e inferior. Además, los problemas de movilidad y las dificultades para realizar los cuidados personales se concentran en los mayores con menor nivel educativo. El 56% de las personas de 55 y más años que tienen, como mucho, estudios primarios sufre problemas de movilidad y el 25,6%, dificultades para el cuidado personal, frente al 25,6% y el 6,2%, respectivamente, en el caso de las personas en esta franja de edad con educación superior. Las enfermedades crónicas también registran una prevalencia más alta entre aquellos mayores con menor nivel educativo.